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THATA.DOSETDTO
se pueJt> reJucir
:l
cuatro ¡JLrntos principales. El primero es rnedi–
tucion, consi1leracion
ó
ponderacion, que es cuando el entendi–
miento medita, considera, discm:re
ó
pondera el mal del vicio,
y
el Lien de la virtud. El segundo es el afecto
ó
moc1on qne se fo1ja
en el corazon con la verdad conocida, amando la voluntad lo bue–
no,
y
ahonecien<lo lo malo. El tercero es la devocion, desengaño ·
y
resolucion con que el hombre se resuelve
á
ejecutar el bien cono–
cido
y
ama<lo,
y
á huir c.lel mal ponderado , y aborrecido. El cuar–
to es peticion
humilc.le,confiac.la
y
ferviente, con que se pide
a
nuestro Señor nos haga mercedes. Espliquemos ma$ estos cuatro
puntos,
y
asista el Espíritu Santo, como principal l\'Iaestro, que
cuando él enseña todo se facilita
y
aprende.
CAPITULO II.
flE LA
J\IEDITACION, CONSlDEllACION
Ó
l'ONDEllACION.
La persona que quiere tener oracion, recogida en su rincon,
y
olvidada Je otros cuida<los, levantará
el
corazo11
á
Dios, consi–
derándolo allí presente,
y
con profunda hurnil<lad le reverenciará
hincado de rodillas,
y
se persignará :
y
luego dirá esta oracion,
que es muy buena pura comenzar cualquier obra.
ORAClON.
Dios mio. yo te ofrezco todo lo que aquí pensare, digerc, y
tratare que sea para mayor honra y gloria tuya, y bien <le mi alma.
Suplícote, Señor, me ayudes, aunque soy
polvo
y
ceniza , para
que esté en tu presencia como debo ,
y
para que en todo acierte
á
agradarte,
y
servirte. Amen.
Virgen Santísima, favorecec.l me; ángel mio , asistid aquí con–
migo, despcrta<lme ,, corregidme, cnscJ'íadrn l} , para que saque de
esta oracion provecho para mi alma.
A este principio suelen llamar Oracion preparatoria, despues de
la ciwl se liace la composicion de lugar,
y
la pelicion (como d_es _