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'fERCER FUNDA.MENTO
espinas regadas con sudor
y .
matizadas de sangre. Por ahí se va ·al
cielo,
á
·pocos dias de camino hallaremos trocada su · angostura
y
estreche-z ·en calzadas de gloria ; la aspereza en amenos
y
delei–
tosos prados ; los cascajales en piedras preciosas de infinito valo1:,
iguales
y
uniJas tortas , porque no tengas en qué tropezar ; los abró–
jos
y
espinas en varias llor<)s
y.
fructuosas arboledas, que en lo alto
del monte donde nos guia Jesus como á sus apóstoles, con su vis–
ta, olor
y
sabor recrean los sentidos. Por el ancho
y
apacible,
que poco á poco se va estrechando, la llanura
y
amenidad se ti·ue- ·
ca en pelados riscos, en tajadas breñas, en profundos despeñade–
ros que van á dar
á
los abismos : donde quiera que volvamos los
ojos nos hallamos atajaJos
y
á riesgo de despel1arnos; tan flacos,
que
á
cada paso tropecemos
y
caigamos ; tan ciegos , que no vea–
mos nuestro peligro;
y
ta·n cercadm: de lazos, ocasiones, malos
ejemplos
y
demonios que nos
d~speñen
en el infierno. '],'orzamos
con tiempo el camino si vamos descaminados; dejemos el ancho,
tom~mos
el angosto desde donde nos llama
y
desengafia Jesucristo,
nuestro Capitan y guia, diciéndonos
á
cada uno de por sí en lo ín–
timo de nuestro corazon, sin ruido de palabras: «Echa por acá por
la senda estrecha, que va
á
dar al "cielo, esta es la
se111.laque lleva
á
la vida. No voy solo, muchos millares de mancebos
y
de don–
cellas,
y
de todos estados
y
edades me siguen, á quienes ayudo yo
á
pasar. los pasos dificultosos, dánJolcs la mano, tomándoles en
brazos
y
poniéndoles sobre mis ho_mhros, como Padre amoroso al
hijo pequeño
y
delicado, para que no tropiecen
y
caigan, sino al–
cancen el sumo bien
y
el cumplimiento de sus deseos y merez–
can gloria sobrenatural.» Esto mismo nos aconseja san Pablo (
1)
cuando nos dice: «Reformáos con la reuovacion de vuestros senti–
dos, dejada la vanidad
y
estimacion loca de las cosas de esta viJa:
esta es la voluntad de Dios, vuestra reformacion, vuestra santifica–
cion, vuestro sumo bien y felicidad, que consiste en dos cosas (co–
mo
ya
apt¡ntamos) la una, cu que
el
hombre carezca de 'todo
aquello que no quería tener,
y
la otra, en tener todo lo que J.esea
(1) Roru 13. num.
1~.