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zon mas oportuna para decirlas,
y
eligiendo
el
modo mas conve-
11iente, porque lo que
á
uno aprovecha,
á
otro daña;
y
lo que á este
, corrige,
á
aquel empeora,
y
no hay mayor desigualdad en esto,
que la igualdad. A los súbditos, hijos, discípulos,
ó
·criados ·ver–
gonzosos, de buen natural, que son como caballos generosos, que
con un cordon de seda
ó
de lana se. dejan revolver
á
todas partes,
y
con la sombra sola de la vara se corrigen, bastará representarles
s11 pecado, con ·blandura
y
caridad; pero
á
los broncos, mal t;edu'–
cidos, insolentes, que cuanto mas se compadece de ellos su supe–
rior, su padre; su maestro, su señor, t:mto mas mal usan de la
blandura
y
suavidad , conviene corregirlos con
aspereza~
y
rig,or
templado con caridad. El particubr corregirá al amigo con lisura
y
liberalidad; al resabido
y
redomado, con recato; al que sabe poco,
y
es sencillo, con claridad; al ingenioso
y
docto, con agudeza
y
artificio; al superior, con grande encogimiento
y
sujecion; 'sin te–
mor al avisarle, mas no siu reverencia, teniendo silencio cuando
convenga,
y
<lepejado lenguaje cuando fuere necesario,
y
mientras
mas grave fuere Ja culpa , hará mas demostracion de humildad
y
reverencia, sin ostentar letras; celo si, de la honra de Dios,
y
del
mismo superior, mostrando entra11ahle,
y
caritativo deseo del
bien de aquel
á
quien corrige, porque Ja coneccion siempre tiene
su afecto, conforme el ánimo del que la da,
ó
agraviando,
ú
ofen–
diendo ; si proceden de pa sion ,
ó
enseñando,
y
persuadiendo; si
nace de caridad ,
y
á
todos avisará con pocas palabras;
y
dos,
ó
tres razones bi en ponderarlas,
y
revistiéndose el que debe hacer
esta limosna, del espíritu de Moisés
y
Elías , que fueron símbolo,
este del celo,
y
aquel de la mansedumbre; imitará al diestro ci–
rujano, que asegma al doliente con amor, encuhre la lanceta con
prudencia, regala la postema con blandura, hace la heri<la con efi–
cacia,
y
esprime la materia con rigor. Y ten por ci erto, que si no
corriges de esta manera á tus hijos, discípulos, súbditos,
ó
cria–
dos, por no parecer cruel con ellos, lo serás contra tí, contra tu
casa, contra tu república
y
jurisdiccion, como el sacerdote Heli
(1),
(1)
t.
Heg. L