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nombre ha pasado á la posteridad como el sím–
bolo de la pel'versidad,
fué
el primer persegui–
dor de los cristianos. Habiendo devorado un
incendio la mayor parle de la ciudad de Roma,
se creyó que el emperador había sido el autor
de ese crímen ;
y
Neron para apaciguar la ira
popular lo atribuyó á los cristianos,
y
decretó
contra ellos la mas cruel persecucion el año 64
despues de Jesuc1·isto. Durante ella fueron mar–
tirizados San Pedro que
fué
crucificado con lu
cabeza abajo
y
San Pablo que
fué
degollado.
Estn persecucion no salió de Roma.
Segunda persecucion -
Diomisiano,
tan malvado como Neron,
fué
el segundo per–
seguidor de los cristinnos : publicó á fi11es del
siglo primero (95) un edicto con el objeto de
destruir \la naciente Iglesia que ya estaba esta–
blecida en muchas provincias del Imperio. Los
mártires mas notables fueron el Cónsul Flavio
Clemente, p1·imo hermano del emperador, las
dos Domitilas Lambien de la familia imperial,
y
el apóstol San Jnan que traido á Roma
y
echa–
do á un cnldero de aceite hirviendo del que sa–
lió sin lesion alguna, fué desterrado
á
la isla de
Páthmos. Los parientes de Jesucristo fueren
tambien buscados ; pero al ver sus manos en–
callecidas por el trabajo y sus respuestas sencil–
las los dejaron en libertad.
Tercm..a
persecncion -
El Emperador
Trajano promulgó á principios del siglo segun–
do (
106)
tercera persecucion, que aunque mé–
nos violenta que las anteriores, duró mas tiem–
po. Es muy notable la consulta que Plinio
el
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