95 / 404
SEÑOR NUESTRO.
8r
bolsa. La intencion del Salvador no era obligará sus após–
toles
y
discípulos
~
anda r
á
pies descalzos,, ni prohibir–
les el uso de
un~
báculo para descansar en él: lo contra–
rio se ve en san Marcos;. solo quiere darles
á
entender el
espíritu de pobreza, de mort ificacion, de desinterés, de
desapropio
y
de confianza con que lbs operar ios del ·Se–
·
ñ.ordeben ·trabajar en su viña, siempre prontos
á
poner–
se en camino, sin hacer provision de nada de cuanto les
sería necesário para vivir cómodamente · miéntras . du ra-
1sen sus correrías evangélicas; quiere que vayan· con el
equipage de . unos simples caminantes sin llevar víveres
en sacos, sin ir cargados de armas., que es lo que se en–
tiende, segun algunos , por el término de bác4lo., ni de
muebles inútiles, sín que tengan ni zapatos ni vestido que
inudar; porque Dios provee siempre
á
las necesidades de
los que en sus. inin'isterios solo buscan su gloria y la sal–
vacioO' de las almas, y no quiere en su servicio opera–
rios sensuales
y
delicados.
Cuando fuéreis de camino, añadió, no saludeis
á
na –
die; esto es, no os detenga is en el camino
á
hacer visi–
tas inútiles
ó
vanos cumplidos. En cüalquiera casa que
en treis, lo primero que habeis de hacer , es decir ,: la
paz sea en esta casa;
y
si hubiere en élla un hijo de
paz ., esto es , una persona que tema á Dios ., y con d is–
posiciones cristian'!s., sobre él descansará vuestra paz;
y
si no le hubiere , vuestra paz se volverá sobre vosotros..
Por la palabra paz se entiende en la E scristura un deseo
de toda suerte de bendiciones. Por lo <lemas, permane–
ced en la misma casa comiendo
y
bebiendo lo que os pu–
sieren delante; en cualquiera ciudad que.entreis
~i
aca–
so
os recibieren, comed lo que os dieren. El que es v.e-r–
dade ramente pobre, no piensa en pedi r lo que sería mas
de su gusto, ni tampoco rehusa lo queJe_tjan. Curad tam–
bien los enfermos que allí hubiere,
y
decidles, .E L re yno
de Dios; esto es, la sal vacion está cerca de ·vosot 11os : no
hag~is
inútiles los medios que teneis de hacer bien.
Instruidos de este modo los setenta
y
dos di scípulos,
los envió el Salvador
á
anunci a r el reyno de los cielos
por los lugares
y
aldeas vecinas , en donde .predicá ron
con mucho zelo, trabajáron con fruto,
y
volviéron lle–
nos de gozo , diciendo: Señor , en vuestro nombre hemos
Torn. VI.
F
)