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DE
LA SANTÍSIMA VÍRGEN.
329
devocion tan sólida, y tan propia para hacer reynar la paz
en las familias, la caridad cristiana en las ciudades, y en
todas partes una tierna devocion
á
la santísima Vírgen,
y una sincera
y
edificativa piedad.
.
Del ·tnismo principio de religion,
y
del mismo Espíritu
santo
~ue
aníma á la Iglesia, tienen su orígen las célebres
cofrad1as del Rosario
y
del Escapulario, fuentes inagota–
bles
d~
gracias y bendiciones del cielo, sobre las cuales
la Iglesia no cesa de derramar con profusion sus tesoros, en
·las cuales pocos de sus verdaderos cofrades dexan de ex–
perimentar todas los dias,
y
singularmente
á
la hora de
la
muerte, especiales gracias
y
auxilios,
y
una particular pro-
. teccion de la santísima Vírgen. De aquí, en fin, viene es–
ta variedad, esta multiplicidad admirable de devotas her–
mandades establecidas todas con tanto fruto baxo el estan–
darte y los auspicios de la rey na de todos los santos, de
la
madre de los escogidos, de la abogada omnipotente de
todos los fieles.
Archicofradía de nuesta señora de los Sufragios.
.
.
L~
antigua
archi~ofradía,
ó
la gran cofradía establecida
tanto tiempo ha en Roma
y
en otras ·partes , baxo el
tí–
tulo de nuestra señora de los Sufragios,
en
favor de las
almas del purgatorio.
Cofradía
;
/laxo el
tí~ulo
de la
Correa
de
la santísima Vírgen.
La
célebre cofradía llamada de la Correa de la santís -
ma Vírgen, establecida con la autoridad de la santa Sede
en todo el famoso órden de san Agustin.,
es
un fondo
ne
menos fecundo en favores
y
gracias espirituales para todos
los cofrades. Era costumbre entre los judíos que todas las
doncellas llevasen una correa, hasta que habiéndose casa–
do , y empezado á parecer embarazadas, las iban á ofre–
cer
á
Dios en el templo,
y
desde entonces gozaban
de la
dignidad
y
privilegio de las inadres. Despues de
hab,~·
parido llevaban
ótra,
que era como símbolo
de la
modes-