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VIDA
~
t
-
!
eran las personas que babia en el
cenáculo,
sobre la
ca-·
b eza de los cuales
se
fueron
á
poner dichas lenguas. Estar
circunstancia, que parece muy verosímil, es
un
símbolo
bien
expresivo para hacer conocer que la sagrada Vírgen
recibió élla sola en aquel dia tantas gracias y dones del
Espíritu santo-, como todos
los
otros juntos;. esta Señora
tenia, sin disputa, disposiciones interiores mas excelentes
que todos,
y
como el Padre Eterno babia distinguido
á
María desde
su
inmaculada concepcion por una predilec–
cion tan conocida,·como
á
su hija querida ;
y
comó
el hijo
la babia distinguido como
á
su amada madre, infundiendo:.
en su alma un maravilloso conjunto de todas las gtacias;
era justo, dicen los santos.padres que el Espíritu santo
la
distinguiese tambien como á su esposa, derramando
en élla
Bobreabundante plenitud de sus dones.
Los padres: de·la Iglesia no dudan que el motivo de ha–
ber dexado Dios toda
vfa
muchos años á la santísirna Vir-·
gen sobre la tierra, despues de la gloriosa ascension
de
su
divino·
Hijo
á
los
cielos,
fue
para que fuese madre de la
Iglesia recieh nacida,
y
sirviese del mas. dulce consuelo
á
los discípulos.
y
á los apóstoles, á los que babia: pro.meti–
do.
Jesucristo que no los. dexaria huérfanos.
Si
fue
un dul-·
ce consuelo
y
un
gran motivo de gozo par a la Madre de
Dios ver el prodigioso· número de milagros que los após–
toles, y discípulos obraban todos
los
dias: en el nombre de
Jesucristo,
y
saber la rapidez con que el reyno de Jesu–
cristo,. e_s. decir, la Iglesia,. se extendía por tódo el mundo;
este gozo n.odexaba de estar mezclado de amargura, pues
sabia el furor con que todas las. potestades
del
m·undo se
des.encadenaban contra los discípulos de Jesucristo. Judíos
y
paganos,. todos
se
conjtirá:ron para ver cómo habi-an de
·sufocár la Iglesia recien nacida en su misma cuna. Es ver–
dad que no ignoraba María que todas las potestades de la
tierra
y
del infierno nb prevalecerían jamás contra élla;
sabia a símismo,. que la sangre de los mártires: babia de ser
t:o'n10
la semilla de los cristianos,.
y
esto la
servia de
un
gran
consuelo.
·
Perma,neció
la
santísima
Vírgen en
Jerusalen basta
f'.IUe Jos
apóstoles
fuero~
precisados á s':lir de dicha ·cii:;
dad con motivo de ba cruel persecuc1on que
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mov10
contra
los
fieles hácia el .año 44 de
Jesucristo ;
entonces