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VIDA DE .CRISTO
· ,, ron de permanecerle fieles. Aparecióseles vivo tres dias
,,despues de su muerte, segun lo h abían predicho los pro–
" fe tas con otros p ·odigios de
~u
vida; y ha sta hoy sus
,, discípulos
han
continuado en su bsistir baxo el nombre
') de cr istianos que toman de él." Los talmudistas; esto
es, los q ue sig uen --c iegamente 1Fts opJniones del Talmud,
que es .un lihro en que los judíos han recogido todo lo
·que mira á la explicacion de 1a ley: los talmudi stas,
di–
go,
enemigos los mas furiosos
y
mas desencadenados
de
los -c risti a nos., no han podido dexar de confesar los mi–
lagros de Jesucristo. Su des pecho .contra nosotros en su
may.orfuror nada h a podido contra
la
notoriedad de es–
tos hechos,
y
se han visto precisados
á-
confesar que
el
Dios de los cristianos babia pasmado la tierra con sus
prodigios
Has.talos em peradorcs romanos tan furiosamente de–
·clarados contra los cristianos., cuyo ·nombre se habían pro–
puesto borrar
y
acabar con su memoria, conociéron ·que
habia
algo divino
en Jesucristo..
Tiberio., informado por el mismo
Fil.ato
de los prodi–
gios
que hizo Jesucristo .en
la
Siria,
y de
todas las
ma–
ravillas .que sucediéron en
su
muerte.,
y
tres días desp.ues
de su muerte., r.esucitando como lo
babia predicho,
lo
q ue estaba atestiguado por una infinidad .de personas ,
y
.d emos.tracio
con
una s pruebas i ncontestables; Tiberio, di–
go, pidió al
seo ad.o .que
Jesucristo fuese
colo.cado entre
las otras
divinidades del imperio. Tal era entonces la cos–
tumbre
de
los
roma nos .;
divinizaban
á
los hombres en que
brBlaban señ.ales extraordinarias de virtud
y
de poder.
Ninguno babia mostrado
jam.ástantas como Je ucri sto: las
relaciones que se
enviaban
·á
montones
de la
Judea
á
Ro- ·
ma
-anunciaban
c ada
dia la
.infinid ad
de milagros que
ha–
bia hecho. Rehu só et
-~enado.,
dice Euseb io, execu ta r lo
que
ped
ia
.el
Em
per.ador.,
porque
JlO
q ueria ser
prevenido
de nadie e n sus
-decisiones;
ó
rn-as bien, porque el mismo
Jesucristo no 'Gui so
p.erm
itir que
su
nombre se viese mez–
clado con -el -de aquellas ·divinid ades paga na s. Lo cie rto
es
que
Tiberio
propu so
que se Je hicie: aó
á
jesucristo Jos
honores
supremos;
1-o
qne prueba, dice Tertu li a no, c uán
incontes tables son los milagros que hizo Jesucri sto,
y
la
impresiun qu e hacían hasta en el espírít.u de los
paganos.