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100 VIDA DE CRISTO
do modo para salir del embarazo en que se hallaba, y
no tener parte en la sentencia de aquel inocente. Preg~m­
tó , pues , á los judíos , si Jesus era súbdito de Heródes
tetrarca; es decir , del gobernador en ge fe de Galiléa, el
cual ·á: ·1a sazoa se hallaba en Jerusalen; y sabido que Je–
·sus pasaba por galileo, remitió ·el acusado y los acusado–
res á .Heródes. Holgóse este mucho de ver á un hombre
de quien habiaoidocontar tantos prodigios, esperando que -
haria en· su presencia a.lgun milagro estupendo; pero un
tirano que.tenia aún las manos teñidas con la sangre de
-san Juan Baurism; un príncipe infame -sin honra y sin re..
ligion -no mere~ia que el Salv~dor contentar.a. su curiosi–
dad y sus.. vanos deseoS;. Y as1 ,. aunque le hizo muchas
·preguntas frívolas, como había hecho morir ·al que
se deci~ la Voz del Jilesías, no se Jesus responder–
-le ni una palabra. Este silencio ·admiró much~ á Heró–
des, quien trató á Jes~us . de insensato; y habi.éhdole he–
cho revestir por irrision de un manto blanco, que ·al
1nismo tiempo no dexaba de ·ser figura de la -inocencia
del Salvador, despues de haberle despreciado, con su exér–
cito y s°'-corte, le remitió á Pilato; lo que fue ocasion
para que se rec_onciliaran los dos, habiendo sido hasta efl-
tonG_es enemigos úno de ótro. · ' ·
Persuadido Pilato. cada vez mas de la inocencia del
Salvador, y convencido plenamente de que todo~ los ca-.
- ·pítulos de que le . acusaban eran unas puras calumnias,
hizo demostracion d~ querer declararle inocente: envió -á
llamar á los principales ·de lo~ judíos, y les dixo públi–
camente que no hallaba en ·aquel hombre ·cosa que me–
reciese castigo: que el mismo Heródes, mas instruido que
él en su ley' no le habia encontrado tampoco reo: que no
obstante, para contentarlos no le enviaria absuelto sino des–
pues de haberle hecho castigar, p~ra que no se metiera en
mas dogmatizar y en, predicar al pueblo: callejuela harto
injusta para salvar á un hombre reconocido y confesado
inocente en todos los t,ribunales; pero·no se debia esp.erár
la menor apariencia de justicia en la muerte del hombre
mas inocente y justo que hubo ni habrá 'jamás. ·
Como el pueblo judáico acostu~braba pedirle la li–
bertad de un reo en la fiesta de 1'ascua, Pilato, persua–
. dido á que ,la en'{idia de los sacerdotes y docfores de la ley