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VIDA DE CRISTO
una vida inocente y rica en buenas obras para salir bien
de un juicio en que todo será justicia y severidad.
Jesucristo sabía el dia y hora del juicio final, no solo
en cuanto Dios, sino en cuanto Hombre-Dios, -siendo de–
bido á su humanidad este conocimiento por razon de la
un ion substancial con la naturaleza divina.Jesucristo, pues,
quiso significar solamente que no babia sido enviado para
enseñarles á los hombres este misterio, sino para ense–
.ñarles los medios de prevenirse contra las calamidades
que le han _de preceder, acompañar y seguir; y así, ha–
biéndoles encargado que estuviesen alerta contra los fal-–
sos profetas, que nada omitirían para engañar á los fie–
les por rnedio de bella s palabras
y
de fingidos milagros,
les exho r ta á velar sin cesar para no ser sorprendidos.
Díceles des pues, que estando puestos por intendentes
ó
n1ayordomos de sú casa para distribuir á su pueblo el
alimento de
1a
divina palabra, debían cumplir fielmente
con este encargo, no haciendo como el ecónomo insen–
sato, que viendo que su amo no vuelve, disipa en comilo–
nas
y
locuras
él
caudal que se le ha confiado,
y
solo se
sirve
de
la autoridad que tiene sobre los demas criados
para maltratarlos , el cual merece por esta conducta des–
arreglada ser precipitado con los hipócritas
é
infieles
á
aquel lugar de tormentos, donde no hay sino lloros
y
{echinar de dientes: que pues el soberano Juez debe ve–
nir sin avisarles el dia ni la hora , velasen continuamen–
te., como velaría un padre de familias si supiera la hora
y
la noche en que había de venir el ladran á robar su
casa: que pues conocian y sabian la voluntad de su amo,
serian 1nucho mas culpables si no
la
cumplian;
y
que
cuanto mas se les confiaba, tanto mayor sería la cuenta
que tendrian que dar. Finalmente, que despues de haber
hecho t0do lo que se les babia mandado, lejos de engreir–
se y
envanecerse' se tuviesen por unos criados inútiles.
Advirtióles tambien que en el cumplimiento exacto de su
ministerio no esperasen honra oi alabanza de parte de
los hombres: que solo debían esperar ser despreciados del
mundo; pero que Dios, por el cual debían únicamente
trabajar, sería
tambi.ensu única recompensa.
Continuando el Salvador en recorrer los lugares que es–
taban
al lado
de
allá del Jordan, respecto de
la
Ju~ea,
y