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..
SENOR
NUESTRO.
IIS
cuando se ofrece la ocasion. Todas las calidades de es–
tos
últimos se las aplicó el Salvador
á
sí mismo,
é
hizo
ver que él era el buen pastor por excelencia, pues babia
venido
á
dar su vida por sus ovejas,
y
á
darla de muy
buena gana, pues nadie se la podía quitar si él no que–
ria;
y
cuando la hubiere dado, él mismo la volverá á to–
mar sin que nadie se lo pueda embarazar. Dixo, en fin,
que los que habian
~enido
antes que él,
y
se habían atri–
ouido
la autoridad
y
el nombre del Mesfas, no lo eran, pues
no tenían ninguna
~e
las calidades del buen pastor-; que por
lo <lemas, los judíos no eran las únicas ovejas por que que–
ría dar su vida; que babia ótros, es
á
saber, los gentiles,
que era necesario traer
á
su redil;
y
que de todos los que
oirian
su
voz,
y
creerian en él, asi
judJoscomo gentiles,
se ha ria un solo rebaño, de que él
mis.mosería el único
pastor.
Este razonamiento del Salvador excitó una nueva divi–
sion entre sus oyentes: únos decían que estaba poseido del
demonio, ótros defendían que el razonamiento que acaba–
ba de hacer no era de quien estaba endemoniado,
y
que el
demonio no abria los ojos de los ciegos de nacimiento, ni
expelía
á
los otros demonios de los cuerpos de los ·ende-
moniados.
.
Poco tiempo despues, miéntras la solemnidad de la re..
novacion del templo que se celebraba en invierno, paseán–
dose Jesus en el pórtico de Saloman, se juntáron los judíos
alrededor de él,
y
le dixéron:
i
Hasta cuándo nos has de
tener suspensos?Si eres Cristo, dínoslo claramente. Ha mu–
cho tiempo, que os hablo, les dixo,
y
no me creeis: lasco–
sas que hago en el nombre de mi Padre, os dicen con bas–
tante claridad quién soy; pero vosotros no creeis ni ·
á
mis
palabras, ni
á
mis obra
ti:
lo que mi'
Padr,e
me ha dado, es
sobre todas las cosas,
y
ningur:io puede arrebatarle nada de
entre las manos. Estas palabras las entiendeu los santos pa–
dres de la naturaleza y del poder divino que el Padre da
al Hijo por su generacion' eterna;
y
como los judíos le ha–
bían pedido al Salvador que les dixese claramente si era el
Hijo de Dios,
y
si era Diqs, -les responde sin rodeos,_ di–
ciéndoles:
Mi Padre y yo somo-s una misma cosa (Joan.
io.).
una misma naturaleza, una misma-esencia; tenemos un mis–
mo poder, una misma sabiduría, una misrna eternidad,
y
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