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DESPUES DE

PENTE~OSTES.

223

autorizadas en el servicio del mundo , sino que son· casi

el único salario con qu._e paga á los que le sirven. El candor,

la

buena fe, la ingenuidad están desterradas del ·mundo;

la

mortificacion , esta virtud tan necesaria

y

taQ reco–

mendada en el cristianismo, se mira con horror entre los

mundanos.

El

luxo, las galas , la vanidad son la librea

de los criados,

ó

por mejor decir, de los esclavos del mun–

do ; á este tirano se le sacrifica el repo_so , la salud , la

salvacion. Despues de esto, concuerda si puedes el servir

á

un tiempo

á

estos dos amos. ¡Qué impiedad, qué locura

imag inarte que puedes agradar

á

entrambos! Discurre

cuanto quisieres: usa de todas las contemplaciones posi–

bles ; el espíritu del mundo apaga el espíritu .del evan–

gelio. ¿Quieres servir al mundo? Dios te arroja de su ser–

vicio.

i

Quieres agradar al

mundo~

Desagradas necesa–

riamente á Dios. Es una quimera, es una insigne locura

querer dar un poco al espíritu, y otro poco á la carne:

vivir cristianamente, pero regalada y deliciosamente: ga–

nar los bienes del cielo gozando

y

disfrutando los de

la

tierra: agradar

á

Dios sin desagradar

á

los hombres; en

una palabra, andar con estas contemplaciones

es

andar

un camino que Jesucristo no nos le enseñó; un camino

igualmente distante del camino estrecho y del camino an,..

cho, es edificar entre Babilonia

y

Jerusalen una nueva

ciudad, en que la caridad

y

el amor

p~opio

reynen y sean

igualmente respetados. Así pretenden aún los mas mocle-

rados conciliar estos dos extre.mosw

,

No

es

esto, Señor, lo que yo pretendo

hacer~

no quie–

ro servir sino á vos solo

í

y

jamás

tendré otro sobera–

no dueño. Vos solo re

y

nare is de hoy en adelante en

mi

corazon.

JA.CU

LATO R I

4

S•

.-

'

Tu solus Sanctus, tu solus Domlnus, tu solus A!tissimus.,

Jesu.

Christe.

E~c.

,

Mi Dios , y mi Señor

Jesucri~to.,

confieso .que vos so1o–

sois Santo, que vos solo sois el Señor, que vos sois úni–

camente el Altísimo.

.

Dominum

D -eunf

·timebis, et illi soli servies.

Deut.

6.

J

am~s

me ol

v.

idaré de este precepto : Temer,ás al Señor tu

Dios,

y

no servirás

á

ótro que

á

él.

,