![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0237.jpg)
DESPUES DE PENTECOSTES.
229
llo
y
la estimacion que uno tiene de sí mismo es una es–
pecie de locura. Nos reimos
y
nos lastimamos de un vil
menestral que se imagina ser un gran príncipe;
i
somos
menos mentecatos nosotros cuando creemos ser mas que
nuestros hermano
~
De nuestra propia cosecha no te–
nemos otra co a que la nada;
y
hablando en propiedad ,
de ninguna otra cosa nos podemos gloriar. Una ne–
cia vanidad tan lejos está de elevarnos sobre los <lemas,
que nos pone siempre inmediatamentte
á
nivel,
y
aun de–
baxo de Ja nada.
Opus aut em suum probet unusquisque
:
Examine bien
cada uno lo que ha hecho
y
lo que hace;
y
á buen se–
guro, continúa el Apóstol, que no se gloriará sino de lo
que es en sí mismo,
y
no de lo que son los ótros; lo que
nosotros somos lo dicen nuestras enfermedades
y
nuestras
flaquezas. Y si descubrimos con tanta perspicacia los de–
fecws·agenos , es por tener el maligno gusto de creernos
exentos de éllos ,
y
abrogarnos por esta buena opinion de
nuestra pretendida virtud un derecho de superioridad so–
bre los ótros. Desengañémonos , nuestras vanas imagina–
ciones jamás serán títulos de nobleza para nosotros. Nues- ·
tro mérito no se funda ni sobre las virtudes , ni sobre los
defectos de los ótros (
'2.
Cor.
1,):
Gloria nostra hcec est,
dice san Pablo,
testimonium conscientia? nostrte:
Nuestra
gloria es el testimonio de nuestra conciencia, fundado so–
bre el modo como nos hemos portado en este mundo,
si hemos andado delante de Dios con un corazon recto
y
sincero , no obrando segun la prudencia de la carne, sino
segun la gracia de Dios, principalmente en lo que mira
á
nosotros mismos. Nuestras obras, y no las agenas, son las
que nos acompañan
y
forman nuestro retrato. Las bue–
nas
ó
malas acciones de los ótros no harán jamás nuestro
carácter, cada uno debe ser juzgado segun el bien ó el
mal que hubiere hecho. ¡Qué locura creerse uno bueno
porque los ótros son malos!
Unusquisque onus suum porta–
bit:
Cada uno llevará su carga. No se nos pedirá
cuen~a
de los talentos que los ótros han recibido, sino de los que
hemos recibido nosotros; los defectos agenos no nos justi–
ficarán á nosotros. El Apóstol prosigue encargando, que el
que se hace instruir, dé parte de todos sus bienes al que
le instruye:
Communicet autem
is,
qui cathechizatur ver-
Tom. V.
P3