![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0238.jpg)
2~0
DOMINGO QUINCE
bo, ei, qui cathechizat in omnibus bonis.
Esto lo entienden
muchos de la limosna que se debe dar
á
los que nos ins–
truyen; pero san Gerónimo y santo Tomás lo explican en
un sentido espiritual, diciendo, que el que se instruye en
la fe oiga á su maestro con docilidad,
é
imite sus buenos
exemplos; y que no se haga de tal modo discípulo del que
le instruye, que se proponga imitar hasta sus defectos.
Pues como dice el Salvador : Sobre la cátedra de Moyses
estár,i sentados los escribas y fariseos: observad , pues,
y
haced todo lo que os dixeren ; pero no hagais lo que éllos
hacen cuando no hacen lo que dicen.
Nolite erra,re, Deus
Mn
irridetur:
No os engañeis:
nadie se burla de Dios impunemente. Por mas que cada
uno se forme un sistema de conciencia
á
su modo para
evitar los remordimientos que trae consigo el pecado, Dios
no juzga sino segun su propio sistema. Puedes deslum–
brar á los hombres, ipero quién es capaz de deslumbrar
á
Dios? La hipocresía se disfraza; pero no hay disfraz
que valga delante de Dios. Todos esos ayres artificiosos
de una devocion puramente exterior, todas esas monadas
de devocion solo sir ven para hacernos mas criminales.
Dios desenvuelve todos los pliegues y replieges del cora–
zon humano: Dios discierne con la mayor precision todos
nuestros motivos: Dios penetra el fondo de la concien–
cia. ¡Qué impiedad, qué extravagancia mostrarle
á
Dios
otra cosa de lo que hay en nosotros,
y
vivir de distinto
modo que se cree
ó
se hace profesion de creer!
iNo
es
esto querer burlarse de Dios?
Q,ua? seminaverit homo, hrec
et metet:
Lo que el hombre hubiere sembrado eso co- -
gerá. No hay cosa mas miserable que la falsa conciencia;
2,qué se gana con deslumbrar
á
los ótros, con deslum–
brarse
á
sí mismo por un falso brillo de
pi~dad
y
de de–
vocion
~
¿De qué sirven todos esos razonamientos estu–
diados para colorear el error en que se está ,
y
para jus–
tificar la relaxacion en que se vive? Porque nos guste
autorizar nuestra conducta siendo tan irregular;
z
será por
eso menos defectuosa?
z
hará Dios mucho caso de nues–
tras opiniones, siendo, corno son, tan contrarias á la san–
tidad y
á
la severidad de su moral?
z
no hallará dignos
sel reyno de los cielos porque seamos santos á nuestros
ojos? La cosecha siempre es correspondiente
á
la semen-