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2~0

DOMINGO QUINCE

bo, ei, qui cathechizat in omnibus bonis.

Esto lo entienden

muchos de la limosna que se debe dar

á

los que nos ins–

truyen; pero san Gerónimo y santo Tomás lo explican en

un sentido espiritual, diciendo, que el que se instruye en

la fe oiga á su maestro con docilidad,

é

imite sus buenos

exemplos; y que no se haga de tal modo discípulo del que

le instruye, que se proponga imitar hasta sus defectos.

Pues como dice el Salvador : Sobre la cátedra de Moyses

estár,i sentados los escribas y fariseos: observad , pues,

y

haced todo lo que os dixeren ; pero no hagais lo que éllos

hacen cuando no hacen lo que dicen.

Nolite erra,re, Deus

Mn

irridetur:

No os engañeis:

nadie se burla de Dios impunemente. Por mas que cada

uno se forme un sistema de conciencia

á

su modo para

evitar los remordimientos que trae consigo el pecado, Dios

no juzga sino segun su propio sistema. Puedes deslum–

brar á los hombres, ipero quién es capaz de deslumbrar

á

Dios? La hipocresía se disfraza; pero no hay disfraz

que valga delante de Dios. Todos esos ayres artificiosos

de una devocion puramente exterior, todas esas monadas

de devocion solo sir ven para hacernos mas criminales.

Dios desenvuelve todos los pliegues y replieges del cora–

zon humano: Dios discierne con la mayor precision todos

nuestros motivos: Dios penetra el fondo de la concien–

cia. ¡Qué impiedad, qué extravagancia mostrarle

á

Dios

otra cosa de lo que hay en nosotros,

y

vivir de distinto

modo que se cree

ó

se hace profesion de creer!

iNo

es

esto querer burlarse de Dios?

Q,ua? seminaverit homo, hrec

et metet:

Lo que el hombre hubiere sembrado eso co- -

gerá. No hay cosa mas miserable que la falsa conciencia;

2,qué se gana con deslumbrar

á

los ótros, con deslum–

brarse

á

sí mismo por un falso brillo de

pi~dad

y

de de–

vocion

~

¿De qué sirven todos esos razonamientos estu–

diados para colorear el error en que se está ,

y

para jus–

tificar la relaxacion en que se vive? Porque nos guste

autorizar nuestra conducta siendo tan irregular;

z

será por

eso menos defectuosa?

z

hará Dios mucho caso de nues–

tras opiniones, siendo, corno son, tan contrarias á la san–

tidad y

á

la severidad de su moral?

z

no hallará dignos

sel reyno de los cielos porque seamos santos á nuestros

ojos? La cosecha siempre es correspondiente

á

la semen-