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PRIMER SÁBADO

teza que deseca los huesos:

'Et ossa tua liberabit.

Seréis

como un -huerto que se riega todos los dias,

y

está siem–

pre florido:

Et eris quasi hortus irrigmts.

Seréis como una

fuente, á qu_ien_jamas falta el

a~ua;

.11?

experi n7entaréis

sequedad , m andez alguna e·n mi serv1c10:

Et

sicut fo rJ:r

aquarum, cujtJJ non deficient

aqute.

No os formeis una idea

horrible ·de la ,....vida devota;· no hay sobre la tierra estado

tan feliz como el de los que sirven á Dios: nada es com–

parable con las dulzuras que se gustan eQ mi servicio. El

profeta David habia dicho lo mismo que Isaías, cuando

dixo :

Beatus qui intelligit super egenum et pauperem

:

in

die mala liberabit

eum

Dominus;

Bienaventurado aquel que

procura informarse de la necesidades del pobre

y

del

afligido ·para socorrerlas. Si cayere él mismo en Ja aflic–

cion, el Señor vendrá á socorrerle. El se-·or le dará fuer–

zas;

y

le conservará en todos los peligros de la vida:· le

hará

" ~ichoso

sobre la tierra á

pesa~

de todo lo que la

pasio'n de sus enemigos podrá intentar para perderle;

y

si

&

en'fermedad le entrega al dolor, el Señor mismo ven–

drá

á

consolarle

y

aliviarle. Lo que se sigue de esta epís–

tola no es otra cosa que una continua promesa de toda

suerte de bienes

'y

de pros.peridades, que hace

Dios

por

,boca de su 'Profeta á todos los que guardaren sus man–

damientos,

y

le sirvieren con fidelidad. Les encarga mu–

cho la observancia Bel día del sábado, que quiere decir

desea

;

~i

averteris d sábbato pedem tuum.

Si

os

abs–

tuv iér

-- _"\tiajar el dia de sábado. Ya diximos que el sép–

timo día de

·~a

semana, que es el sábado, era un

1

dia consa–

grado al Señ

t,

como lo es entre los cristianos el domingo:

no sol.o

p~ohibió

Dios hacer alguna obra servil en el sá–

bado, sino que ni aun era permitido caminar mas de me–

dia legua :

y

así san Lúcas ·para denotar la distancia que

babia desde el m·onte Olivete á

la

ciudad de Jerusalen,

dice ,que no distabá sino el ca¡nino de un sábado. El do–

mingo es el dia

<J.~l

Señor: Dios ·se

;le

reservó,

y

quiere

c¡ue le sea,.enteramerite consagrad<;>; no debe ser santifi–

cado con ménos 'religion que el sábado. ¿Que excusa po–

drán tener los que emprenden eQ domingo los mas lar–

gos viages? Si no hicieres vuestra volun.tad en el dia que

me está par ticularmente consagrado,

p_ice

/el Señor, quie-

•re decir:

si

no satisfaciéreis vuestras pasiones,

si

no siguié-