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DE
CENIZA.
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En vano se pone la ceniza sobre la cabeza si reyna la so- -
berbia en el corazon. Dios mira con horror toda ficcion.
Si el alma no está contrita
y
penetrada de la idea de su
nada, esa humillacion exterior no es otra cosa que una hi–
pocresía ; procura no llevar la irreverencia
y
la indevo–
cion hasta las prácticas mas humillantes de religion. Vé
á
recibir la ceniza en la frente con un corazon contrito
y
humillado: oye tu sentencia de muerte con una perfeéta
resignacion,
y
haz al mismo tiempo el sacrificio de tu vi–
da: acepta la muerte á que Dios te ha condenado en sa- .
tisfaccion de tus pecados , como una pena que tienes bien
merecida. En la muerte no estarás capaz de
hac~r
un sa-
.· crificio meritorio de tu vida. Hoy es, propiamente hablan–
do, el día en que recibiendo la ceniza sobre la cabeza, pue–
de ser
muy~
agradable
á
Dios,
y
de un gran mérito el sa–
crificio que hic res de tu vida.
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No pierdas de vista la muerte, de la cual esta ceni–
za es símbolo
y
una representacion la mas natural. Este
pensamiento empeña fácilmente
á
abrazar la .Peniten¡· ·a,
y
endulza todo su rigor. Comienza la Cuaresma con
e~:
í–
ritu de penitencia, ; ésta será la última para muchas p · o·
nas.
¡
Qué consuelo tendrás en haberla observado cristia...
namente si fuere la última para ti! Une tu ayuno con el
de Jesucristo;
y
de este modo le harás mas meritorio. Uno
de los mas perniciosos ardides del demonio es hacernos
mirar las mas santas ceremonias de la religion
cc~o
unas
costumbres indiferentes. Acompaña
y
anima ésta .,
\ln es–
píritu cristiano;
y
en todo lo que hicieres d
"t
á
tI
nJ
smo:
Memento horno quia pulvis es, et in pulverem reverteris:
Acuérdate que eres polvo,
y
que en breve serás cdnverü–
do en polvo.
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JUEVES
DESPUES DE CE.NIZA.
Como el ayuno de la Cuaresma es un remedio eficaz
para curar las enfermedades del alma , ·la Iglesia nos pro-
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