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DESP.UES DE CENIZA.
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otro Testamento es una prueba de las mas bellas de la ex–
celencia de la ley nueva sobre la antigua. Es preciso con–
fesar, que el antiguo Testamento nos propone grandes
exemplos de virtudes en los santos
y
en los patriarcas; pe–
ro tambien es preciso reconocer que su virtud,
aunqu~
grande , aunque verdadera, era todavía ruda , y en cierto
modo terrena. Solo la sangre de Jesucristo ha producido en
los santos de la nueva alianza sentimientos mucho mas no–
bles
y
elevados, y una virtud mas purificada y mas subli–
me. Era menester un hombre Dios para hacer espirituales
á
los hombres. Solo en la religion cristiana es donde se en–
cuentra la idea justa de la santidad.
Enternecióse Dios, y se movió á compasion
á
vista
dli:
la oracion y de las lágrimas de Ezequías. Todavía no ha–
bía salido de palacio el Profeta cuando
Dios
le mandó que
volviera
á
ver
Rey
y
le dixera, que el Dios de David
su Padre había oído su oracion, y atendido
á
sus lágrimas.
Que no moriría de esta enfermedad, que viviría todavía
• quince años,
y
que no tendría que temer á los asirio . Is¡ ías
corrió
á
llevar esta gustosa noticia al Rey, quien la r' ci–
bió con tanto gozo, que parecía dudaba aún de su
e
ra–
cion; tanto la deseaba. ¿Pero qué señal me dais, le dixo
el Rey, en confirmacion de vuestra
palabra~
Era
entonces
despues de mediodía , y el sol caminaba ácia el Poniente.
i
Quereis en prueba de mi anuncio , respondió Isaías, que
la sombra del sol anticipe diez líneas, ó que re.troceda
otras
tantas~
Es fácil que la sombra se adelant '
s diez
líneas, dixo el Rey: haced, pues, que sub
etroce 1endo
otras tantas. Habiéndo e puesto al punto el Profeta en ora–
cion , se vió que la sombra que babia parado diez líneas,
volvió ácia arras igual número de grados en el relox de
Achaz:
Vis, ut ascendat urnbra decem lineis, an ut rever–
tatur totidem gradibus
t ....
./nvocavit itaque lsaias pro–
pheta Dorninurn: Et reduxit umbram per lineas, quibus
jam descenderat
in
horologio Achaz retrorsim, decem gra–
dibus.
Ezequías.vivió quince años despues de este milagro;
y como reynó veinte y nueve años , se
sigue
que sucedió
esto el _año catorce de su reynado.
Los intérpretes están bastantemente divididos sobre
el modo
y
la hechura de este relox de Achaz. San Geró–
nimo parece es de sentir, que era una muestra dispuesta