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DE
CENIZA.
opprobriu111, ut dominentur ·eis nationes.
-En el estado ert
que se hallaba entonces el pais, nada era mas fácil
á.
les
enémigos de los judíos que hacerse dueños de
él.
El pue–
blo consternado, abatido de terror, debilitado por una h<r
rrible hambre, no estaba en estado de resistir
á
un exér–
cito ele asirios ó de caldeos. Exhorta, pues, el Profeta
á
los ministros del Señor
·á
que le pidan no permita que su
pueblo caiga baxo la dominacion de los extrangeros, para
que las na.cienes infieles no tomen ocasion de acusar al
Dios de Israel,
ó
de flaqueza,
ó
de crueldad ., por haber
abandonado á su pueblo
á
arbitrio de sus enemigos. No
bien habia exhortado el Profeta á sus hermanos
á
la peni–
tencia , cuando les anuncia que el Señor se enternecerá al
oir sus clamores :
Zelatus est Dominus terram suam, et
\
pepercit populo suo:
El Señor se ha compadecido de sus
males
á
·visü. de s lágrimas,.
y
los ha perdonado,
y
este
perdon ha sido seguido de toda suerte de prosperidades
y
de una bendicion abundante. Tanta verdad es que la pe–
nitencia desarma
á
Dios por mas irritado que esté,
y
q¡
trae la prosperidad
y
la calma.
~
El evangelio de la misa de este dia es del
cap ítul~··
de san Mateo, en donde Jesucristo nos enseña la pu1 za
de intencion que hemos de tener en el ayuno. Acababa el
Salvador de enseñará sus apóstoles cómo debían orar, dán–
doles un modelo de la mas excelente oracion,
y
cqmo de–
bían perdonar las injurias , poniéndose él mismo
t:tf'
mo–
delo el mas perfecto de una tan excelente caridad.
Qf
ues
de haberles dado estos preGeptos sobre la orar.ion y e er–
don de las injurias,- les da uno sobre el ayuno, el cual de·
be acompañar y sostener la oracion.
i
Quereis saber, les
dixo, qué ayunos son santos,
y
agradan á
Dios~
Pues son
los que se practican en secreto; y así no os admireis si yo
os prohibo el que imiteis á los hipócritas que ayunan,
y
hacen ostentacion de su austeridad ; la virtud de éstos no
está en el corazon sino en la cara: con un semblante peni–
tente, con un exterior triste
y
austero , con largos
y
rigu·
rosos ayunos quieren conseguir opinion de gentes mortifi –
cadas ,.
y
deslumbrar por medio de un exterior engañoso
é hipócrita. Tened por cierto lo que ya os he dicho,
y
os
vuelvo á decir, que rio hay otra recompensa para éllos que
este honor vano con que se alientan
y
saborean. Yo pre..
r
Tom. l.
O