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MIÉRCOLES
t
ant iguos juntaban siempre la ceniza
á
la
penitencia. Opta–
to echó en cara
á
los donatistas el haber puesto en peni–
tencia á unas vírgenes consagradas
á
Dios poniéndolas ce.
niza sobre la cabeza:
Consecratas Deo aspersistis immun–
dis cineribus crines.
San Ambrosio dice que la ceniza ·de–
be distinguir al penitente:
Cinere aspersum, et opertum
cilicio corpus perhorrescat (Lib.
1..
ad Virg. laps.
8. ). Y
san Isidoro, arzobispo de Sevilla ,_dice que los que entran
en penite,ncia, reciben ceniza sobre la cabeza, para reco–
no'i:er que en c·onsecuencia del pecado no son otra cosa
que polvo
y
ceniza ~
y
que con justicia ha pronunciado
Dios
contra éllos sentencia de muerte.
·
Reginón tomo de los antiguos concilios el
mo9,o
con
que se ponían en penitencia los grandes pecadorf.s,
y
la
ceremonia del dia de
c~niza.
Todos los llF
es' dice,
se
presentaban á la puerta de la lgles-ia
veff
; de un sa–
co, los pies descalzos ,
y
con todas las señales de un co.
razon contrito
y
humillado. El obispo, ó el penitenciario
les :¡nponia una peni tencia proporcionada
á
sus pecados:
des
~ ~ies,
habiendo rezado los sie te salmos Penitenciales,
le
·
· 1.~po~ian
las manos, les
ro~ i aban
con agua bendita,
y
,les c , brrnn la cabeza de cemza. Esta era la ceremonia
del dia de Ceniza,
ú
de los primeros dias del ayuno de
la Cuaresma para los pecadores públicos, cu yas faltas
enorme~ioian
hecho ruido
y
causado escándalo. Pero
como
t 1,~X>s
los hombres son pecadores, dice san Agus–
tin, t(Jflí'.:;;) deben ser penitentes ;
y
esto
es
lo que movió
á
los
fi~,
aun
t
aquellos mismos que eran mas inocentes,
á
dar en este
dia
señál pública de penitencia, recibiendo
. la ceniza sobre la cabeza. Ningun fiel estuvo exento de es.
ta ceremonia: los príncipes
y
los súbditos, los sacerdo–
tes,
y
aun los obispos, dieron al público desde los
pri–
mero~
tiempos este exemplo
de
penitencia.
Y
lo que
al
principio babia sido particular
y
propio
á
los penitentes
públicos, vino despues
á
ser comun á todos los hijos de
la
lglesfa , por
la
persuasion en
qu~
deben estar, segun la
.moral de Jesucristo, de que no
hay
persona por inocente
que se crea , que no tenga necesidad de hacer penitencia.
Los papas mismos
se
sujetan como los <lemas
á
esca hu–
millante ceremonia de religion :
tod~
la
distincion respe-
- tuosa que se guarda con el vicario de Jesucristo es que