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buen granó. La gracia no falta en estos tiempos licencio..

sos. Dios no cesa de hablar al corazon, toca, excita , soli–

cita. ¡Cuántos piadosos movimientos, cuántos pensamien.

tos saludables nos excitan

á

privarnos de estas perniciosas

diversiones, de esos deleytes venenosos, de esos concur

7

sos donde todo ablanda el corazon , le enternece, le tien–

ta

!

¿Pero somos por ventura dóciles á estas santas inspi–

raciones? ¿escuchamos esta voz? ¿nos apartamos de es·

tos lazos? ¡Ah! nos exponemos, corrernos al peligro, nos

arrojamos con el mayor gusto en el precipicio. Multipli–

carnos los festines: nada rehusamos á la sensualidad: co–

rremos á los bayles,

á

los espectáculos, todo lo que el luxo

tiene de mas artificio, todo lo que el artificio tiene de mas

engañoso , todo lo que la tentacion tiene de mas ..alagüe-

ño, todo se pone por obra. El Carnaval

"'. tiJmpo del

reyno de las pasiones ; no solo no las c

'· mos, si no

que las dexamos en plena libertad; las lisonjeamos-. ¿Y

queremos que la gracia haga valer toda su virtud? ¿y nos

a

".l iramos de que la gracia nada produzca?

¿y

nos queja–

m

· e su debilidad? Quejémonos de nuestra pura mali–

ci

· ~:porque

solo nosotros somos los artífices de nuestra

1~eprobacion.

¿Qué conciencia hay tan pura, qué alma tan

inocente,

qué

corazon tan virtuoso,

qué

hombre tan cris–

tiano que no se pervierta en medio de las fiestas del Car–

naval

s· ri

huye de éllas? Los solitarios qt1e se han hecho

viejos

-:f

los desiertos, los religiosos

mas

fervorosos que

han

J 1do sus días en los mas san tos exercicios de

la

pe–

nite

11,; a,

los santos de primer órden no creerian poder

l~e­

sistir al torrente, preservarse del fuego, conservar un so–

lo

dia de su inocencia, si se encontráran en estas licencio–

sas diversiones; ¡y las gentes del mundo, 1as mas flacas,

las mas susceptibles del contagio, parte de éllas ya me–

dio vencidas,

e~peran

conservar

la

gracia metiéndose en

medio de éllas

!

Ya

que vuestra gracia, Señor , me hace conocer todos

estos

peligros, haced que sea eficaz para conmigo. Estoy

resuelto

á

no ponerla embarazo alguno; dadme una

gra–

cia todavía

m~s

saludable,

y

haced que produzca todo

su

efecto.