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18B D'OMINGO
Iglesia nos predica estos· dias, se conviertan en fiestas y
regocij <l>s del t:e>(alo profanos; y que estos últimos dias del
Cannavab, que son ··(;:omo el preludio del santo tiempo de
a , séan días de destemplanza y de disolucion, de–
á tliver..siones enteramente paganas y á los espec–
áculos. Este desórden se ha hecho tan comun y tan uni–
, que ha animado el celo de lo~ verdaderos fieles á
..., 1emplear1 t!odo lo que puede servir de dique a
s te impetuoso-torrente: él es quien ha dado as ímismo mo–
t ivo pa:ra el es ta blec~miento .de las súplicas solemnes de
las Cuarenta horas. Acia mitad del siglo diez y seis inspi–
ró el Señor á algunos siervos de los mas celoso<> el pensa–
mien-to de Levantar contra la licencia del siglo y ~)s es-
fuerzos del demonio. esta contraba tería. !
( En el año 1556, habiendo sabido con s . ior imos
relig iosos, establecidos poco habia en Lore , '~ prepara–
tivos extraordinarios que se h1cian en la ciudad para una
fuhcion del Carnaval, que habí a de durar los tres dias úl–
ti t ~·$ que habian de precede r al miércoles de Ceniza, re–
:sol .:ron emplear toda su piadosa industria para hacer in–
üm. "1te arti ncio del dem0oio, atrayendo el pueblo á otro
'espectáculo mas cristiano y mas santo. Hicieron, pues, le-
va ntar una decor.acion. de las mas magníficas y de un nuc–
·vo gusto en su iglesia: se expuso el santísimo Sacramento
os 1 ,li J·;;s dias: :i~a múska de. devocion, y un-a sinfo–
de ·w mas. exquJs1tas y de mejor gusto llenaba todo el
em ,. .1ue no ocupaban los sermones, las oraéiones, las
rned1 &éiones,: este religioso artifi cio tuvo todo su efecto.
Picando la novedad iy la santidad de1 espec táculo, la cu–
r ios idatl del. pt&blico se apoderó de tal suerte de los espec–
tadores, que los espect<Í'Culos profanos se abandonaron,
las a ca~e mias de plaéer _quedaron desiertas, las par tidas
de d i.v-ersion deshechas· los exelicicios .de religion santifi–
caron estos• tres días; y esta nueva. devocion hizo . tanto
fruto ., tanto ruido, y fu e tan generalmente aplaudida, que
no solo la Italia, sino casi todas las principales ciudades
de Europa imita ron un artificio tan cristiano, y siguieron
un exemplo tan . santo. ,
La epís tola de la misa de este día es del cap ítulo r 3
de la p rimera de san Pablo á los cor intios , en el que el
santo Apóstol hace ver la necesidad de la caridad y cuá-