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DE SEXAGESIMA.
el hombre enemigo que siembra la cizaña, sigue, de cerca
al padre de familias que siembra el buen grano en su cam–
po,
y
que los falsos doctores son casi tan antiguos en la
Iglesia como los verdaderos apóstoles. Se debe cambien
estar en la firme persuasion de gue mientras haya en la
Iglesia verdaderos apóstoles (y los habrá siempre) , no
faltarán seductores , que emplearán todos los artificios
para eragañar á los simples; pero lo que mas debe temerse
es la semejanza <le los medios de que se sirven los irnos
y
los ótros ·para conseguir sus fines en nada semejantes. Los
verdaderos apóstoles no trabajan sino por la gloria de
Dios ; los falsos doctores solo buscan la suya y sus pro–
pios intereses por mas que hagan ostentacion de des–
interesa os. Y aun puede decirse, que fos artificios de és–
tos son
r:,
s sutiles
y
mas propios para engañar, que el
celo de aq · •· ninguna cosa mas parecida
á
la caridad
que el falstá celo. Todavía tiene ésre alguna cosa de mas;
y
es que sabe insinuarse mas, y pega mas fácilmente.
Como quien aníma
á
ios verdaderos apóstoles es el espí
i·
tu de Dios, su caridad es dulce, apacible, uniforme
ri:'~
•
pasiva; su celo es ardiente, pero ni amargo ni tumuf:r
so. Dan al alma la paz que le anuncian; nin guno es ex ' ui·
do de élla; la salvacion de sus enemigos es el objeto de su
celo; se hacen todo para todos para ganarlos
á
todos pa·
ra Jesucristo, al paso que el celo de 'lo fals
_d~<,>cto res,
animado siempre del espíritu de partido , siemL está
lleno de hiel;es impetuoso, turbulen'to-,
·acompaña~·
siem·
pre de una odiosa aceptadon de petsonas, siem p .
a–
sionado, siempre falso. Bien puede la pasion contra acer
la virtud, pero no imitatla. Como ·el exterior es necesar io
para engañar, el falso celo imita 'artific ioc;amente todo lo
que es capaz de aumentar su partido
y
·de engañar: mo–
destia estudiada ., mortificacion extcrlor, conducta retira–
da, devocion artificial, modales afectadas, tono lastimoso,
lamemos contínuos sobre la relaxacion de las co'>tumbres,
de la moral
y
de la disciplina_, limosnas copio"ª", o-;ten–
tacion de obras buenas; de todo echan mano para disfra- .
zarse los lobos que quieren apoderarse del rebaño. Por
mas que ladren los perros que le guardan , loe; pas tores
mercenarios se valen de la f.uerza y de la reputaciun para
ahuyentarlos, 6 para hacerlos callar. Murmuraciones, ca·
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