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I
DE SEXAGESIMA.
de haberme oido, nada hacen de lo que les. he enseñado..
Vosotros dad gracias á Dios porque se os ha dado el co–
nocer el misterio del reyno de
Dios.;
es decir,. toda el fon–
do de la religion evangélica; á vosotros digo que abris los
ojos
á
la luz,
y
solicitais. ser instruidos.. Pero por lo que
mira
á
los que solo muestran indiferencia ácia la verdad,
estos la tienen delante de· los: ojos ,.
y
no la conocen; la
oyen,
y
no. la comprenden..
Aunque esta parábola era fácil de comprender, tu –
vo
á
bien el Salvador explicar el sentido1moral que en–
cerraba. La semilla:, dixo, es la palabra de Dios: este gra.
no es excelente; pero halla poca tierra:
buena ~
unos oyen
la palal!\ra de Dios con un espírim disipado, con un cora–
zon abi
to, como camino. real
á
toda suerte de objetos ,
en Ios cu"1
-..
vanas fantasmas del mundo1entran- á to–
da
hora, ~
ha an buen hosped:age· ..El demoniO', que es..
tá
en acecho,.
y
que procura vale¡;se de su mala disposi–
cion,. roba tan fácilmente de su corazon esta semilla di
1
i–
na, como·las aves
se
llevan el grano que hallan en
1
f , -
minos.. ·Otros oyentes. hay un poco mas atentos; pel
u
corazon es. como las tierras pedregosas·, en las. cual ' . el
trigo no puede echar hondas.
raices~
Hay otros que no· es–
tán
de todo punto· sordos
á
fa
palabra de Dios; les ent ra
por el oídO', y aun les IIega al corazon; pero á
~~o
ti em–
po la sufocan con tos cuidados y solicitudes de l\ '. ienes
criados, con las· puntas del deleyte,
y
con fas esp.
sin–
separables det amor·, del placer
y
de las riquezas.. .
1-
rne'nte,.
hay almas puras, fervorosas
y
dien clispuestas, que
como las tierras férti1es nunca reciben la palabra de Dios
en vano;
ar
punto prende en éllas , nace
y
produce· una
mies.delas: mas: abundantes.. La: semilla divina no es. sola–
mente esta palabra de Dios que· nos anuncian sus mi'nis–
tros, sino tambien la: palabra de Dios interior;. esto es, la
gracia, la cual: sola puede· dar la eficacia á la palabrn ex–
terior. RecÍbamos esta preciosa semiHa con un cornzon
recto y bien dispue to, con un
~eseo·
ardiente
y
eficaz de
ponerla en práctica, que seguramente producirá un fruto
cien doblado. Conservemos esta divina semilla: no permi–
tamos que las· aves se· la lleven; estemos alerta contra los
artificios
y
esfuerzos del demonio, contra los asalcos
im–
petuosos de fas.pasíones., contra et tumulto de nuestro pro-