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DE SEPTUAGESIMA.
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plazados por los dos ayunos del lunes y mártes que siguen
á
la Quincuagésima. La Sexagésima era para aquellos que
siguiendo el uso de su iglesia, no ayunaban los
jué~es
de
Cuaresma, por haber Jesucristo instituido la Eucaristía
y
subido al cielo en juéves, de dónde nació que el papa Mel–
quíades prohibió ayunar este dia por causa de estos dos
grandes mi terios. Y como desde Sexagésima hasta Pascua
hay ocho semanas, si de cada una se quitan· los domingos
y .
los juéves, quedan cuarenta dias de ayuno justos
y
cabales.
En fin , la Septuagésima era para los que no ayunaban en
Cuaresma los juéves ni los sábados; pero aunque empe–
zasen á ayunar desde el lúnes de esta semana, no había
mas que treinta
y
seis ayunos en su Cuaresma, los que él!os
miraban solo como el diezmo del año que ofrecían á Dios:
Et sic qua
·
·
decimas Deo darnus.
Como
de Pascua es la regla de todas las fiestas
movibles que hay en el año, la Septuagésima es el primer
término de las que preceden,
y
el punto en que la Igle–
sia ha fixado el principio de las lecciones que dice
q
la
Escritura en sus oficios nocturnos
ú
de maytin\::.,,
lo
que mira al nombre
S eptuagésima,
que se ha dado á este
domingo, si se toma literalmente, parece que denota una
época de setenta días; así han
intent~do
explicarlo lama–
yor parte de los autores litúrgico . Unos han creido que
se llama Septuagésima, porque es el séptimo do
·ngo án–
tes del de Pasion, así como se llaman Sexagésim
Quin–
cuag.ésima, Cuadragésima, los tres domingos si
· ntes,
que son el sexto, el quinto
y
el cuarto ántes del
o ·
domingo. Otros quieren que el nombre de Septuagésima
signifique los setenta días que hay desde este domingo has·
ta la víspera ó vigilia de la Pascua cerrada, esto es , del
sábado ántes del domingo de Cuasimodo; no siendo con–
siderada la octava de Pascua, segun el espíritu de la Igle–
sia, sino como un solo dia ; y esta es la opin ion del cé–
lebre Alcuino .en su carta
á
Carla Magno. Y como se ha
dado al primer domingo de Cuaresma el nombre de Cua–
dragésima, por razon de los cuarenta dias de ayuno pres–
criptos en este santo tiempo, añade este mismo autor,
y
el de Quincuagésima al domingo precedente, por 1ue efec–
tivamente hay cincuenta dias desde este domingo hasta
la Pascua; del mismo modo se ha llamado Sexagésima el
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