Table of Contents Table of Contents
Previous Page  164 / 396 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 164 / 396 Next Page
Page Background

'

150

DOMINGO

sos, el pensamiento de la muerte nos subministrará armas

para pelear

y

vencer. No hay cosa mas

á

propósito para

suavizar los exercicios penosos de la mo.rtificacion, para

aumentar nuestro ánimo,

y

abrasar nuestro .celo. La me–

ditacion frecuente de la muerte es el contraveneno de los

deleytes de la vida,

y

un remedio eficaz contra la tibieza.

~~!.;f"~~~ff~.tr~.tr ~~~.tr~)t~!.;f"~

DOMINGO

DE SEPTUAGESIMA.

Se llama domingo de Septuagésima el

p.r·

!fl~¿~e

los tres

domingos que preceden al primer domin

~Cuaresma.

En él comenzaba antiguamente la Cuaresma,

y

en

él

la Igle–

sia comienza

á

prepararse por la penitencia para •celebrar

con ,-uro la fiesta de la Resurreccion.

.

.

~

.... · .;o

Alcuino, tan .celebrado en tiempo de Carlo

Magno, pregunta:

i

Por qué se ha dado el nombre de Sep..

tuagésima

á

este domingo tan

privilegiado~

Porque en fin,

dice, aunque la <lutoridad de la Iglesia romana <lebe bastar

para establecer un .uso de religion;

pew

no obstante esto,da

Jglesia nu j:a establece .una costumbre en punto de religion

sin

~lgun ~¿nativo:

Si

respo~dero h~nc ess~ .f!c~lesi~

cor.sue–

tudznem

'. ,Jt

romana auctor.itate hu;us rebgwnzs . rttum e:rse

firrn

; :

dico

,

quia nihil sine c.ausa ..

in

ecclesia.rticis con–

suetudinibus d doctoribus constitutMm prtecipuis. Y

e1

mis–

mo Doctor responde, .que .una de las causas del :.estableci–

miento de .estas tres .semanas de penitencia, que preceden

á

la Cuaresma, es porque antiguamente en los lugares don–

de no se ayunaba los seis dias de cada semana de Cuares–

ma, se tenia el cuidado de tomar los dias que faltaban al

. número de cuarenta en las semanas antecedentes , para

ayuna r

y

completar de este modo el nilimero de los cua–

renta ayunos . p1:escriptos. La Quincuagésima era para los

que no ayunaban

el

J

uéves santo,

á

causa de los grandes

misterios que en él se celebran, ni el Sábado san to por el

motivo de la alegría de la fi es ta de Pascua, cuya solemni–

dad comienza desde la víspera ;

y

estos dos dias eran reem-