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· DESPUES
DE
LA
EPIFAN.iA.r49
no pensarémos del mism_o modo cuando
vivimos~
JACULA TORI .AS.
,
-
Memorare novissima tua, et in teternum non peccábi.r.
. Eccl.
7.
.
.
Acuérdat~
de tu último fin,
y
_no pecarás jamas•
.In fine hominis denf!,datio operum éjus.
Eccl.
p. . ,
Y
o sé , Señor , que
á
la hora de la muerte todo
parecerá
como es
en
sí.
-
P ROPOSITOS.
r Por cierto que no puede haber mayor delirio que
aficionars
·· a,
y
poner su corazon en lo que ha de
.cattsar
pe
1
r arrepentimiento
á
la hora de la muerte :
por el contrario, la verdadera sabiduría _consiste ea arre–
·glar su vida por el juicio que se hace de las cosas cuando ·
se acerca la muerte;
y
en dar su estimacion
y
su a ·on,
su
tiempo
y
su aplicacion
á
lo que puede cons6 - al-
-rna en el terrible pasage del tiempo á la eternidad. sta
,verdad bien meditada desengaña el .espíritu de todas las·
ilusidnes que le deslumbran: desprende el corazon de tod0s ·
los1apegos que le cautivan; hace que no se piense sino en·
establecer un fondo sólido para la eternidad , en irse úni–
~amen
te con Dios con un desprecio sumo de t o lo que
,pasa.
E~te
es el fruto
cpmo
necesario de la free
te me-
-ditadon de la muert_e.Medítala tú á m·enudo,
y
p
1ta-
-te
á
ti mismo lo que pensarás en ' la muerte,
y
qaé juicio ,
haráis entónces de
to.doló que deslumbra, de todo lo que ,
lisonjea durante la vida. Cuando tienes muy en el corazon '
alguna cosa, cuando se trata de emprender algun negocio, ·
juzga de ello por los sentimientos que tendrás á la hora
de la muerte. Mira todas las cosas tristes,
ó
agradables, co·-1
mo entónces lo harás
á
la luz de la eternidad. No ha
y
prác·
1
tica de piedad .mas útil
y
eficaz que ésta.
2
No te se pase mes alguno sin meditar muchas veces .–
upa verdad tan importante. Importa mucho hacer esta me–
- ditacion todas las semanas,
y
aun pensar en élla muchas
,\leces al día; pero especialmente en los combates que te–
nemos con nuestras
pasion~s,
si. querémos .salir v
icto;rio.-.,
Tom.
J.
,
K
~
.
.
.