Table of Contents Table of Contents
Previous Page  159 / 396 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 159 / 396 Next Page
Page Background

DESPUES DE LA

EPIFANÍA ~

145

esp'íritus.

Una modestia constante, una paz inalterable, una

mortificacion generosa de sentidos, una paciencia

á

toda

prueba, una caridad sin límites, un desinteres universal,

una práctica continua de los mas santos consejos, de las

mas religiosas máximas del evangelio; todo esto ioxeri–

do, por decirlo así, en una naturaleza corrompida, en

unas inclinaciones viciosas, en un cmrazon criado en la di·

solucion y en los mas horrendos excesos, no llevaba fru–

to alguno que no fuese mirado como un prodigio. Unas

gentes

nacida~

en el paganismo , criadas en todas las su–

persticiones mas conformes á la corrupcion de la naturale–

za, endurecidas en el vicio, fortificadas en el error por la

preocupacion, descaradas por un argo hábito de toda suer–

te de delitos, convertirse repentinamente en modelos de la

mas pura, d

s perfecta, de la mas heróica virtud;

sola la relig· n c istiana,

y

no ótra, pudo hacer este

mila~

gro: é1la lo hizo;

i

y

por qué no continúa en obrar en no–

sotros estas maravillas? Nosotros somos de la misma reli–

gion, tenemos la misma fe; su virtud no puede enve je

nosotros tenemos sobre los primeros cristianos

suA~~L

exemplos;

i

pero somos modelos que se puedan proponer

para seguirse? La doctrina cristiana que nosotros hacemos

profesion de creer

y

de profesar, no ha degenerado de su

primer espíritu; luego somos nosotros los que degeneramos

de aquellos que el Apóstol, la Iglesia yJesucristo mi

o nos

proponen por modelos. Nosotros tenemos la dicha

ha–

ber nacido en la Iglesia, de haber mamado, por decir ·

la religion cristiana con la leche;

iY

cuántos cristianos es–

acreditan el día de hoy el cristianismo por la irregulari–

dad de su conducta

y

pór la corrupcion de sus

costurnbres~

i

cuántos cristianos se hallan hoy en el mundo que pue–

dan ser propuestos por

modelos~

i

cuántas gentes de toda

edad, de todo sexo, de toda condicion, que

casi

no tienen

de cristianas sino el

bautismo~

El espíritu de ambician, de

vanidad, de interes apaga casi de todo punto el espíritu de

religion; las pasiones reynan con imperio en unos corazo–

nes abandonados al

deleyte~

i

Reyna Jesucristo en el cora–

zon de todos los

cristianos~

¡O Dios mio,

y

qué corto de–

be ser el número de los escogidos

!

Tom.I.

K