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I
DE SEPTUAGESIMA.
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to hizo decir
á
los antiguos, que el ver<iadero medio pa·
ra vivir sano
y
largo tiempo,
y
ser fuerte
y
robusto, es vi·
vir con régimen, con 'Una exacta templanza, apartado .de
los placeres, con moderad© trurbajo exercitar el
cuerpo ~
y
tener 'constantemente una vida frugab
A
la verdad, to..
dos corrian jufltos
á
un mi mo tiempo, pero uno so1o al–
canzaba el. premio; y este premio, qt,1e se sabia niuy bien
que uno solo podía alcanzar" no era otra cosa que una co–
!Ona hecha de ramos de ciertos árboles,
ú
de algunas
plan~
tas, como de olí vo-., rle .mu.l'ta, de encina, de 1Iaurel
~
ú
'de
a~io,
que es una cespecie de peregil que se cria ·en- tiierra
humeda,
y
tiene al fin de su tali© unas ftcwes blancas
ó
a–
marillas. En efecto, no había cosa ma!I feble
iy
corruptible
que las coronas que hacían toda la
glori~
y '
el precio de
estos . fati
ombates. Por
10
que
(á
mí toca,
r
decía el
.; Apóstol,
y1
c . o, no como
á
-ia~ ventura~
sino' como
á
una
Vi~t.o'ria~ c1erta,
y
á
m1a c.orona que poe:den•consegwit
mu–
-chos .á un tiemp0i, .sin que ·pór •multiplicarse los vence–
do~es
pueda disminuirse la rec0mpensa. Yo peleo, die · no
como quien da golpes al ayre, per,9 .casügo mi cue
~
on
la
.penitencia ron la .firme con.f[anza de .que no me mor–
úfiCt>
en
Yan'@.
~'quí,
-como
pare~e
pbr, ellitexto griego,
ha~
e alusiG>n ·el
A·p6~o~ al
combate Be los' .atletas, llamados
:Púgiles.;;
qae se ·agirabirn ·ellos,mismos para p@nerse ágiles,
meneaban los brazos.<wnforor,
y
golpeaban' a?1
e án tes
<le llegar .sériacne1He á las fnanós un©s..nbn
o~ro
. ·
tónces
armados
de
tnanoiplas' g\Já:rhocidl!
«
d'e
piéDro
y
d
se·g01 peaban
y
se ...maltTatcrban
t<t'lr
1
cue,tp0
uno
á
10
on
reci0s golpes'de puño·, hasta
que ~e:l uno~
de
lo~
dos caía en,
tierra,
y
:era·puesto baxo 1os pies cle su antagoni ta. Tam–
bLen : alude á esto el Ap6s·tol ctJan'do dice que castiga su
cuerpo., esto' es, que le trata duramente
y
'le tiene en suje–
cion
y
como en eselavitud•._El verbb
g.rie ~o
que correspon- .
de
á
castigo,
éxpresa,la
accio~
db
los · ~~leta ~ ique
e mal–
trataban la cara á puñadas. Si uno tiene tan to .domini0 so–
bre sí por una
r~compensa
tan desp reciable, por una glo–
ria tan imaginaria: si los paganos, nacido5
y
educados en
la licencia
y
corrupcion de costumbres,
y
aun se puede
decir, en la esclavitud de todas 1a$ pas iones,
lle~an
á
con–
.seguir el ab!ltenerse de todos los placere ,
y
au n se puede
añadir,
.dy
todos , los gustos
y
comodidades · de la vida;