DOMINGO QUINTO
inteligencia con nuestrns pasiones no cesa de turbar nues–
tra
quie tu ~i,
poniendo
él
riesgo nuestra salvacion. Toma
hoy la reso!ucion de no andar en contemplaciones con
él, de hacerle
la
gu...
rra
~in
dexarle descansar,
'hasta que
por fin ldgres
vencerl ~.
El se . insinúa en todo, no te las
aporres en nada con él : se alimenta de nuestras conve–
niencias
y
comodi dades, cercena todo lo
que
no es ab–
solutamente necesario; sola la mortificacion le enflaque–
ce: determina hoy las que has de hacer. La mortifica–
cioA de los sentidos es el verdugo del amor
propio~
Prí–
vate de todas aquellas satisfacciones que solo conducen
a
hacerle ma., fiel. Aunque es enemigo de la devocion,
muchas
veces
se halla bien
con
Jos que hace profesion
de devotos. Hazle una guerra
eterna
e
implacable.
.
.
D01\1INGO QUINTO
1
D E S P U E S
D
E
P
E N T E C OST E S..
C~mo-
et
asunto del evangelfo del dfa es quien da el
nombre al oficio de
Ía
misa de Jos d9mingos despues
de
Pentecostes, antiguamente· se
llamaba
este
quinto domin- ,
go el
domingo
de la
P~~sca,
porque
en él se leía la his–
tor1a
q.uerefiere el evangelio· de Ja prodigima pesca que _
hi·zo· San Pedro en virtud- de la palabra de Jesucristo,
y
que hace despues de muchos siglos el
asunto
del evange–
lio· del
quarto domingo. El d'ia de hoy se llama: el do–
mingo de Ja perfeccion
de
la,
ley
de Jesucristo
sobre
la
antigua
qt)e se
d,ió
a
los Judíos
por
el ministerio de
Moy–
ses; por quanto el evangelio que la Iglesia- ha-·
fi~adff
el
este
día,
dice que la mas eminente perfeccioh
de
la ley
antigua
no
les
basta
para la salvacion
a
los
fieles :
que
n ·0s les pide una justicia mas abundante, una fe ·mas pu–
ra,
una clevodon
mas e$piritual
~
una
caridad·
mas gene–
rosa
y
ma-s·
universal,
y
finalmente una santidad mas per–
fecta. 'que
fa
que pedia
a
los jt1díos. La epístola hace
alu–
sion tambien
a
esta· obligacion; pues es ua compendio
el
mas