DESPUES DE PtNTECOSTE,.
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Jos primeros,
y
cuyos puestos ocupáron los extraños. La
rnayor parte de los judíos ,
y
sobre · todo los fariseos con
quienes hablaba esta parábola, comprehendiéron
y
pene–
tráron jtodo
el
sentido que encer.raba ;.
y
no pudiendo sufrir
mas
los remordimientos de su conciencia, se retiráron po–
co
a
poco llenos de furor y de despecho , intedormente
resueltos
a
emplear todos los medios posibles para perder–
le. Como el ódio que le tenían fes sugeria mil artificios
para desacreditar1e
en
el concepto del pueblo, tuviéron
consejo entre ellos sobre los medios que habian de tomar
para sorprehendetle en sus palabras,
y
sacar de él
algu–
na
respuesta odiosa , que pudiesen envenenar ,
y
de
que
pudiesen acusarle como de un gran delito.
El !jledio de que se valiéron .fué enviarle algunos de sus
discí.pulos con otros de la faccion de Herodes, quienes con
una cara modesta
y
con
un
ayre de hombría de bien iban
el
armarle un lazo. Esto$ discípulos de los fariseos eran, segun
parece en la secta farisáica, lo que se llama proponentes
entrt! los protestantes , unos candidatos ó escolares: con
ve–
nia fueran tales, para que pareciese que la pregunta
que
hadan era solo para instruirse.
En
quanto
a
Jos herodia–
nos, algunos intérpretes creen que eran unas gentes de la
corte
de
Herodes ; porque como la qüestion que se babia
de proponer miraba al príncipe' les era muy
a
propósito
tener por testigos
a
algunos individuos de la corte. Sin em–
bargo , es mas probable que estos herodianos eran ciertos
sectarios que , segun
J
osefo , no se diferenciaban de los
fariseos' sino por su adhesion extremada
a
la libertad.
Se cree que esta secta, nacida en el reynado
de
Herodes,
por sobrenombre el Grande, babia tenido por cabeza
a
J
údas Gaulonita ,
o
Galíleo : que el nombre de Herodia–
no se les habia dado , porque desde luego habian, creido
que Herodes el Grande era el Mesías• .Como sobre todos
los errores de los fariseos añadian otros muchos, hizo es–
to decir
al
Salvador, segun refiere San Márcos:
Cavete
a
ferménto Heródis:
Guardáos de la levadura de Herodes.
Diferenciábase
de
los fariseos
en
Jo tocante
a
los tributos
que se pagaban
a
los romanos : los fariseos no los paga–
Ean sino
a
mas no poder; al contrario, los herodiaµos de–
fendian que se debían pagar indispensablemente. La inten–
cion de los enemigos del Salvador era
hacerle
decir
algu-:"
·
na