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VE1NfE y D03
evangelio por su emin-:nte
virtu.i,
por la pureza de sus
cos tumbres,
y
por
su
~e rseverancia.
Test is enim mihi-est D .!us, quómod.o
cupiam
omnes
vos
in viscéribus J esu Christi:
Porque Dios me es testigo de
que
os
amo tiernamente
a
todo<>
vosotros en las entrañas
de
Jesucristo.
Pone San
?a~lo
él
Dios por testigo del amor
espiritual que les tiene: Dios sabe que os amo, precisamen–
te porque me hJbeis dado pruebas de vuestra caridad en
todas mis necesidades; esto sería
un
amor natural de pu–
ra
gratitud-: os atrio en Jesucristo porque vesotros amais
tiernamente
a
este Señor, ·el ¡ ual es el solo motivo de la
caridad
y
liberalidad
que
usais conmigo: os amo
en Jesu–
cristo porque
sois
verdaderos discípulos de Je'ucristo,
y
porque este Señor os
ama
tiernamente como
a
sus
~rda
deros discípulos.
Y
lo que le ruego es ,
que
vu~tra
caridad
sea cada dia mas sabia
y
prudente de todos modos. El
amor de Dios no solo abrasa el corazon, sino qtie tambien
alumbra el espíritu,
y
da conocimientos que el estudio
no
es capaz de adquirir,
y
qu son sobre la capaciJad
de
los
mayores entendimientos.
Ut
probetis pot ióra, ut sitis
sincéri,
&
sine o¡j'énsa in diem Christi:
para q
1
1e aprobeis
lo mejor
y
vuesua conducta sea pura
e
inocente
hast~
el
dia de
Jesucristo ; es decir , hasta el último aliento de
la
vida. Quanto mas se ama
a
Dios, tanto mas ilustrado
está el
entendimiento~
El
puro amor de Dios alcanza
e
in–
funde el don de consejo, el de inteligencia
y
el de forta–
leza : el
que
ama
a
Dios,
~iempre
tiene mucho espíritu,
y
no un espíritu superficial que se exhala todo en vanas
vislumbres, sino
ldll
espíritu maduro' sólido, fecundo,
que
descubriendo el
bien, nos le hace obrar-,
y
nos enseña
él
llenarnos de los
frut.osde justi cia que vienen por Jesu–
cristo para gloria
y alabanza de Dios: esto es lo
que
de–
sea San Pablo
a
los fieles de Filipos:
Replfti fructu justl–
tice per
Juum
Christum, in gl9riam
&
laudem Dei.
El
evangelio de este dia es del capítulo veinte
y
dos
de
San
Mateo :
en él
se descubre la malicia de los fariseos,
y
se hace patente
la
sabiduría infinita del Salvador del
mundo.
Acababa el hijo de Dios de contar la parábola del con·
vite que. hizo un rey en las bodas de su hijo, al qual no
quiso asistir ninguno
de los que habian siclo convidados
los