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DESPUES DE PENTECOSTES.
'279
en
e11a di
"Z
y
ocho meses, animado de una aparicion de
Je ucri to, qu ien le dixo que habia elegido para sí un sin
número de gentes en aqutlla ciudad. El suceso verificó
bien pr nto la predic ion. La fe hizo proditosos p ro·
g1e
o
ent re les corin ios, y la lgles ia de Corinto vino
a
ser en po .o tiem i:o
una de
las mas numerosas
y
florecien·
tes de la Acaya. San Pablo, que habia hecho en ella tan
fa–
mosas conv r iont s, a
í
de judío<> como de genr il es, em–
p·
eza la cana que les escribe dando gracias
al
Señor por
un tan gran beneficio. Bella leccion para muchas
person~3
que
habiendo recibido semejante gracia pRsan
toda
su
vida sin
dár
jamas las
gr a cia~
a
Dios
por ella;
i
y
no
so–
mos nosotros de este número? Un cri stiano, un católico
no
d~:
e d xa" pasar un solo dia de su vida sin da r gra–
cias
a
Dio, por haberle hecho nacer de padres cri stianos,
y
haberle criado en el seno de la Iglesia, miéntras tanto
que
otros
viven
y
permanecen en
la infidelidad
o
en
el
cisma
y
Ia
heregía.
.
Quod
in ómnibus
dívites facti estis
in illo
,
in omni
ver·
bo,
&
in
omni
sciéntia:
d óyle gracias, conti núa el após–
tol, porque
os .
ha enriquecido de toda suerte de bi nes,
con
to~os
los' dones
de
la palabra y de la ciencia. Estos
bienes y dones , de
que
San Pablo dice
habian
sido enri–
quecidos los fieles de Corinto, son, ademas de Jas gracias
accuales, los dones extraordinarios del Espíritu santo que
Dios comunicaba con tan ca abundancia
a
]_os pi imeros fie–
les;
los
dones de lenguas
y
de profecía, el
de
inteligen–
cia
de
las santas Escrituras
y
de los misterios de
la
reli–
~ion,
el don
de
predicacion,
y
hasta el don de milagros.
~n
los primeros di as de la Iglesia eran ménos raras
~seas
gracias singulares y prodigiosas; Dios las derramaba
1
ibe–
ralmenre.
Y
como los corintios estaban por lo natural mas
distantes del r eyno de Dios que Jos otros pueblo. del Orien–
te, por ser mayor
en
ellos el luxo, las delicias,
y
la ar–
rogancia , fué preciso para convertirles empl_ear g racfos
sobrenaturale~
mas estupendas; y por este motivo
se
las
babia concedh1o Dios tan liberalmente.
i
Quien ha pasa–
do
a
veros, dice San Clemente papa en Ja carta que
l~ s
e~cribió,
quién os ha tratado,
y
no os
ha
dado la enho·
rabuena
de los conodmientos
y
de
Ja
cienc ia tan pe rfec–
ta
y
tan
cierta
que
Dios
os ha
comunicado~
Parece, aña·
S 4
de
-
...,
--