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!250

DO.

1

GO DIEZ Y SETS

de tia ,

y

te dig : mi o, no

es

este 1

pu ~s

o qu o or–

re pon e , subi d m

s

arri ba :

A míc

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s

levantemos, cor remos riesgo de l vantarno m

s

d 1 que

debemos.

i

Por ventura qu ie re

J .

ucri .; to, dice un erud i–

to intér prete' executar

a

los

fari

·ea

a

que e bax n pre.

cisamente con el fin de hacerse honor

u

de vita r la con–

fusion

~

No por cierto; e dem, siado imperfecto

y

aun vi–

ci oso este motivo para qu

s merito1

io ; sto eria hu–

millarse por motivo de oberbia. Conocia muy bien el S 1-

vador que los

fari

eos no eran gentes qu , se m

~

1

i e

en

por razones mas es pirituales, y así se acomoda a su fl a–

queza ;

y

para corregirlos de la vergonzosa prie a que e

d ban por tomar lo primeros puestos, les pone delante

solamente el vano deseo de ser estimados , que adv ierte

en ellos.

A

la manera que

a

un hombre de templado se

procura hacerl e sóbrio por el amor de la salud , y así se

le va dispon iendo po r un mot ivo

pur~ me nte

natu ral

a

la

tem planza cri ·tiana. La humildad exterior es un paso

pa·

ra ll egar

a

la humildad del corazon.

E ta instruccion que aquí se llama pará bola, en el sen–

tido mo ral mira pa ticularmente

a

lo judíos, lo qu ales

babi a ·i-.. o convidados lo pri meros l b nguete cel stial

por la pred icacion del evangel io, y

se

excluyéron ellos

mismos ele la eterna bienaventuranza por una orgullo< a

es–

timacion de sí mismos, dicen los padr

s.

Sol o al guno po–

bres, algunos pub icanos, algunas m11gere pe .adora ,

y

los

gen til de corazon contrito y humill ado aceptáron el con–

vite que se le hab ia hecho;

y

reconociéndose indigo de un

tan in igne fa vor, est ándose n el

ú

timo pues to, no atre vién–

do e

a

levanta r los ojos ,

y

estando en pie en lo ma bax de l

t emplo como el publ icano, m reciéron que el" dix ra:

Subid mas arri ba , ocu ad los primero pue tos de que los

judíos se han hecho indigno por

su

orgullo a obst inacion.

De todo su di curso concluye e1 hij de Dio. :

Quia 1Jm-

11is qui

se

e~'Caltat ,

humiliábitur;

&

qui se humfliat , exnl–

t

'bitur:

p rqu e qualquiera que se en alza , erá humi lla–

do;

y

qualqui ra que se humilla, será nsalz do. Aturde

el