DOJ\IIINGO CATORCE
da prontamente
a
socorreros. El primero de vuestros cui–
dados sea buscar
el
reyno de Dios
y
su
justicia.,
y
todo
lo <lemas se
os
dará por
añadidura :
Qucerite primz'tm reg–
num Dei,
&
justftiam ejus
,
&
hcec ómnia adjiciéntur vo–
bis:
pensad, ante todas cosas, en merecer el reyno de
los cielos,
y
en adquirir las virtudes que os le asegu–
ran -;
y
Dios por su parte cuidará de daros todo lo de·
mas. Por esto no creais
que
Dios os dispensa de trabajar,
y
poner todos los cuidados necesarios para provee
r alas
necesidades de vuestra
familia ,
y
de todos lós
q.uedependen
de
vosotros. Esta negligencia sería inexc
usa–ble : solo quiere decir el Salvador, que lós bienes tem–
porales
no
deben ser nuestro negocio principal,
y
mé–
nos nuestro único negocio: debemos
trabajar~
dttbemes
a.ttli,
carnos
a
cumplir con todas las obligaciones
d~
nuestro
estado , debemos poner un cuidado moderado en los ne–
gocios temporales ; pero todo esto debe estar subordina–
do
al grande
e
importante negocio de nuestra
salvacion,
que es
propiamente nuestro
único
negocio..
La
eracion
de
111
mua de este dia es la
siauieste.
Cu.nódi
,
Dómine quces·umur,
.
Ecclisiam
tuam propitiatióne
perpétua,
~
quia sine te lá–
bitur
humána mortálitas
tuis
sem
per
auxf/ii.r,
eg_
abstrahá–
tur
a
nóxi.r
'
éB
ad salutária
dfrigatur•. Per Dóminum
no.r,–
trum, egc.
Señor , conserva tu Iglesia por
medio de una continua asistencia
de tu misericordia,
y
por quanto
la flaqueza humana cae
a
cada
pa·
so si tú no la . sostienes, apártala
con tús auxilios de .lo que la pue–
da
dañar'
y
llévala
a
obrar su
sal·
vacion. Por nuestro Señ-0r,
&c.
\
La epístola es del
capilttlo
)
de la de San Pablo d los
gálata.r.
Fratres
:
Spíritu
ambulate,
S
tle.ridéria
carnis
nen perficie–
tis
~
Caro enim
concupiscít
aá–
'Bérsu.r .rpfritum:
spiritus
au–
'tem advér
sus
carnem
!
hr;ec enim
sibi invic·em adversántut
:
ut
non
qucecúmque
vulti.r,
ilta
fa–
ciátis.
Quod si
spiritu
ducí–
mini, non esti.r sub · lege. M a–
nifésta sur¡t
aut.emópera
car.-
,ms:
Hermanos: Caminad segun el es–
píritu' y no daréis satisfaccion
a
los deseos de la carne. Porque
Ja
carne tiene deseos contra el
espí–
ritu,
y
el espíritu contra la carne:
porque estas dos c0sas se contra-
'
I
d
nan
entre
s1;
e manera, que no
todo aquello que queréis lo ha–
yais de hacer. Pero si sois guia–
,dos~ pc:>r
el
espíri~u
, no
.estais
ba"'I'
.
xo