DESPUES DE PENTECOSTES.
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tt!
proml!~io
ex ft de Je!u
Chrhti daretur
credént
ibu1.
tamente de
la
ley
vendria
la
justi–
cia. Pero la Escritura todo lo en–
cerró baxo del pecado, para que
la promesa se diese
a
los creyentes_
por medio de la fe de Jesucrhtó.
NO TA.
~Queriendo
San Pablo hacer comprehender
a
los gála–
"tas convertidos' que la ley dada
a
los hebreos por el mi–
"niste _io de Moyses no los podía justificar, les trae el exem–
"plo de Abrahan, el qual no pudo haber sidájustificado por
"la ley, la que no fué dada hasta quatrocientos
y
treinta
"afíos despues. Die!= que este Santo Patriarca no se justifi...
"có 'no p.o a fe en Jesucristo:
Abraham crédidit Deo,
,,&
reputátum est ei ad justítiam:
Abrahan creyó
a
Dios,
"y
esto le fué imputado
a
justicia.,,
.
REFLEXIONES.
Para que por la
fe en Jesuc1'isto
se
cumpliese
la
promesa
en los que la
creyesen.
Sobre la
fe
en Jesucristo e triba
y
se funda toda nuestra sa1 vacion. La fe en Jesucristo es la
basa de nuestra salvacioii. De la
fe
es
de~
lo que vive el
justo ;
y
por mas que se practicasen todas las obras de la
ley , por mas que se tuviese toda
la
hombría de bien , to–
da la ingenuidad , toda la rectitud que es imaginable: por
mas que uno fuese hrepre,hensible en sus costumbres: por
mas caridad
que
tuviese
con los pobres; sin
la fe
en
.Jesu–
cristo
no tendria
sino
unas
vi rtudes
aparentes, unas bellas
qual
idades puramente naturales; todo esto serian unos fru–
tos
ásperos
y
nunca
maduros de
un
árbol silvestre. La pro–
mesa
de
la herencia
fué
hecha
al que babia
de
nacer
de
Abra·
h an; es decir,
a
Jesucristo. Es menester ser miembro de su
Iglesia para
ser
del número de sus hijos. Todo miembro cor–
~ado
de l cunpo, se pudre. Bien
se
le puede embalsamar,
y
con este artificio conservar su color
y
su consi . tenda: la car–
ne
se
conservará;
pero el miembro
está
muerto
desde
el mo–
mento
que
no de pende de Ja cabeza;
y.
no
pertenece
ya
a
la
cabeza desde el punto que
está
separado
de
'ella.
¡
Terri–
ble
y
esp
otosa verdad
para
todos
los bereges,
y
para to–
dos
los cismá ticos; es
decir, para
todos
aquellos
que la
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Jgle·