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''.

'

DESPUES

DE PENTECOSTES.

195

es la ley quien justifica

y

da la herencia , sino la fe.

Quid.

fgitur lex?

De que sirve, pues, la ley si podemos sin ella.

ser justificados

y

herederos de las bendiciones prometi–

das? La 1ey , responde

San

Pablo; se estableció por causa

de los delitos que

se

cometiaM:

Propter transgressiónes pó–

sita

est.

Aqu~ l

pueblo carnal

y

grosero cometía todos. ,

los dias

mil

faltas graves sin temor

y

sin remordimien–

to. Para hacerle, pues, conocer estas faltas,

y

para

que.

hicieran reflexfones sobre ellas les

fué

dada la

ley '

a

fin

de que _quando

la

violaban echasen de ver los delitos de

que·

se

hacian reos; y

a

lo ménos se contuvieran con el

temor del castigo ordenado

y

prescripto por

a

ley.

Y

así

la

ley no

fué

dada para me recer las bendiciones prome–

tida

ni la

rend a prome tida por la alianza contraída

entre Dios

y

el

pueblo ; sino para que sirviera como

de

luz p:ua conocer

las

cul pas, y como de freno para evi–

t arlas.

D onec venfret sernen

cui

prmnísserat:

,ni

esta ley,

fué, dada sino hasta que viniera el que babia de nace r; es

decir, hasta que viniera Jesucristo, el qual por

su

espíritu

y

su gracia nos hiciese conocer claramente hasta las cul–

pas mas leves ,,

y

nos diese fuerzas para evitarlas;

y

así

habiendo venido ya Jesucristo,

la

ley

~nt igua

intimada

por les ángeles, por

el

ministerio de un mediador que

es

l\'loysés, ya no es necesaria para la salvacion en quanto

íl

sus ordenanzas

y

ceremonias 1egales.

Pero me diréis , continúa San Pablo , luego la ley es

contra

la ~

p:·omesas.

de Dios. De

ningun modo :

absit.

Las promesas se hicié ron independientemente

de

la iey;

y

la

ley es ·como

un

efecto

de

las promesas , pues es

una

señal

d

la

p ro t...ccion

de

Dios sobre los hebreos,

a

quie–

nes les fué dada pl ra servirles de foz, de freno

y

de guia;

p era esta _ley no tenia virtud para j ustificarlos por sí mis–

ma : badales acordar de las promesas ,

y

les hacia enten–

d er

que no debian ver los efectos

y

el cumplimiento de

las

promesas segun su verdadero sentido sino por

fe en

J esucri to:

S ed conclusit S criptura omnia

sub

peccáto,

ut

pron ·ssio ex fide J esu Christi daret ur credéntibus

:

Mas

la Escritura, añade :San Pablo, lo sujetó todo al pecado,

p

ra que por

la

fe

en

Jesucristo se cumpliese la prome–

sa en lo que creyesen. La ley, dice

San

Cri sós toll}~

,. cog–

venció

a

los que

viv

iéron ántes de l a fe,

de

que iban errados

N

2

en