DESPUES DE ·PENTECOSTES.
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samaritano la calidad de próx-imq , respecto del
judío
lla–
gado ;
y
así -no ,has de distingúir eritre el paisano
y
el -
extrangero: Dios te manda qüe
ame~
al extrangero, que
~ses
de ca ridad con él, que le asistas como al
pais~no:
Dios
es el padre de todos; es menester que todos se amen
unos
a
otros como hermános. Sábete que el amor del
próxim se debe extender indiferentemente
a
toda suer–
te de personas. No -olvides jamas un(l leccion tan im–
portante; practícala ,.
y
vivirás.
El venerable lieda
y
mudhos intérpretes .son de pa–
recer,
que
lo
que
cuenta aquí Jesucristo, es mas bien una
· historia, que una simple parábola. El camino de Jerusa–
len
a
Jericó era
muy
famoso por los robos
y
muertes
qu" --
-~aci
.. en
él.
Se en.contral;>a en él el valle de Ado–
mín, dice San Gerónimo, llamado de los sanguinarios,
por la sangre que en él se derramaba ; lo que hacia el
·camino
muy
ptligroso,
y
casi impracticable. Los levi–
ta son propiamente los descendientes de
L~ ví;
y
en este
sentido tambien los sacerdotes, que eran todos de la
tri–
bu
de Leví, podian llamarse levitas; pero como en es–
ta
tribu el sacerdocio estaba afecto
a
la sola familia de
Aaron., el nomhre de levitas quedó .solamente en los que
componían las otras familias , los ·quales estaban desti–
nados
a
servir
y
ayudar
a
los
sacerdotes
en sus
fun–
ciones•
. Es evidente., que con
esta
narracion
quiso el
Salva–
dor darnos
a
entender, que todo hombre
que
necesita de
nuestra ayuda, e·s nuestro próximo;
y
que - la ley, dice
San Agu.,tin, que obliga
a
amar
al próximo como
a
_§ Í
mismo,
es
g"'neral,
y
no excluye
a
ninguno
de .
los
oficios
que. pide la
·caridad.
·
·
·
La oracion,de la tni.r__a
ae·
este l]ia
.eJ,
la siguiente.
.
Omnfpotens
8
miséricors Deu.r,
,
Dios omnipotente
y
misericordio–
de
cujus múnere
venit' ut ti-
so' que das
a
tus fieles Ja gracia
bi d
fidélibur t uis
digne,
&
tau- ·
de que -te sirvan verdadera
y
dig–
d1íbititer serviátur; tríbue
qucé-
namente ; haz que cqrramos sin
sumus nobir ut ad prornissió-
tropezar hác:;ia los bienes que nos
nes rnas sine offensi8 1e cur-
tienes prometidos. Por nuestro Se-
rdmus. Per Dóminum
2
Se.
ñor, &c.
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