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QUARTO MIÉRCOLES

clara del bautismo de Jesucristo, cuya sangre comunica

al agua la virtud de borrar el pecado de los que creen

en @l

?l.

Tambien dice

Dios

por boca del mismo profeta,

que les dará un corazon nuevo,

y

un nuevo espíritu, quii–

tándoles al mismo tiempo aquel corazon duro y terreno

de que estaban animados,

y

aquel espíritu grosero

y

es~

peso que los hacia indóciles. Pondré mi espíritu en me–

dio de vosotros, el qual os ilustrará,

os

descubri rá el va–

cío y la nada de los bienes criados,

y

el falso resplan–

dor de todo lo que deslumbra los sentidos, de todo lo

que agrada;

y

el qual haciéndoos conocer el precio de

los bienes espirituales,

os

dará el gusto

de

ellos, dándoos

la inte ligencia de los mas altos misterios: la gracia. que

derramaré en vosotros con

mi

espíritu, hará que guar–

deis

mis

mandamientos con aleg.ría,

os

hará caminar con

fervor por

mis

caminos : añade el Señor, vosotros seréis

mi pueblo, y

yq

seré ·vuestro Dios, que pondré en vo- .

sotros mis mas tieraas complacencias :

Et éritis mihi in

pópulum,

&

ego vobis

.

in Deum.

A la verdad, despues que· los judíos volviéron de la

cautividad, diéFon ménos motivo de queja

y

de repre–

hension,

sob r~

todo, por

lo

tocante

á

1a idolatrí

a

y

otros

desórdenes que los profetas les habían echado.en cara tan–

tas veces ántes de Ja cautividad; mas . sin embargo, nos

consta que no llegáron jamas

á

aquel grado de perfec–

cion que se ]es anuncia en éste y otros pasages de la Es–

critura: porque i;que desórdenes no había en aquel pue–

'.blo en tiempo de Nehemías?

i

Y hasta que punto no lle–

váron la. idolatría los mismos pontífices, baxo el gobier–

·no de ·Ios macabeos, en medio de Jerusalen

y

á

vista del

templo? ¿Que impiedades, qué abominaciones baxo Ja–

son,

usurpador del nombre y ·de la dignidad de sumo sa–

.cerdote? Concluyamos, pues, que esta profecía no debia

.cumplirse sino en la Iglesia:

sol9

J esucristo ha sido pro–

piamente quien ha obrado en sus fieles las maravillosas

t ransformaciones que señala aquí la Escritura:

este

Se–

ñor es quien ' quita con su. gracia el corazon de piedra,

este corazon duro ó terreno, este corazon todo sensual

y

material qutl hacia el carácter de los judíos: él es qtJi en

da el corazon de carne; ·esto es, un corazon tierno., dó–

cil , reconocido: él es ,

en

fin,

quien derrama uñ

e~píritu

-. . -, -. nue-