QUA.RTO MIÉRCOLES
cencia. .¡Que miericordioso es Dios ! ¡que bueno!
¡y
co–
mo esfas expresiones son un poderoso motivo pa ra con–
fiar en él! N inguna cosa explica mejor los ma ravillosos
efectos del bautismo
y
de la penitencia , que estas com-
paracion s.
'
El
evangelio de la misa del dia no dice ménos rela–
cion
al
efecto
cte
estos sacramentos : contiene Ja historia, -..
de la curacion del ciego de nacimiento. Ninguna cosa in–
quietó mas
á
los pontífices
y
fariseos que la publicidad
~
de un milagro
es
tu pendo.
Pasando el Salvador un sábado por una de las calles
de Jerusalen ,. vió
á
un hombre que habia nacido ciego,
se compadeció
de
él, determinó curarlo ; pero ántes de
obrar este
gran
milagro, quiso responder
á
una qiiestiou
.que le
propusiéron sus discípulos. Maestro, le dixéron,
.iqual
ha podido ser
la
causa para que · este hombre ha–
y a nacido cjego
~
i,Es esto por culpa suya,
ó
por culpa
de sus padres
~
·Crefan , como los demas del pueblo,
que
no babia ad
versidade_s ni enfermedades que no fuesen pe–
nas de a .gun pecado. Queriendo, pues,_ Jesus desengañar- ·
·'
los
é
instruirlos, los dixo: que aunque las aflicciones sean ·
muchas veces la pena de nuestras culpas,
ú
de las de
1mest ros padres, otras veces .no las
envi~
Dios sino para
·probar
y
purificar
á
sus escogidos, , ó por otros motivos
que sirven
.á
\os designios de su providencia. De esta es–
pecie
es la
incomodidad que padece este hombre desde
su nacimiento. Permitió Dios que este .hombre naciese. cie- ..
go
~
para .. tomar de aquí ocasion de manifestar su poder
y
mi
mision.. Es ·necesario, añadió el Señor;
q~e
miéntras
es de
dfa hagá yo las obras del que me envió. Tómase
1
.aquí el dia por el tiempo que el ·:Salvador babia de
vi–
vir sob,re la tierraº Este tiempo debía de ser para los ju–
díos un tiempo de luz, si hnbiesep sabido aprovecharse
de
él.
Vendrá la ·noche quando ninguno podrá
trab~jar,
.p rosiguió el Señor. Por
la
noche denotaba Jesucristo su
muerte , despues de la ,qual serian abandonados los judíos
,á
las tinieblas de su ignorancia
y
de su ceguedad volun–
. taria , conforme
á
la amenaza que se les hizo en otra
par–
te:
A mbuláte dum lucem habetis,
·andad miéntras teneis
1uz: -Lux mundi,
yo soy la luz del mundo. lnfeliz de aquel
que
no
trabaja miéntras
es de dia.
· Como aquel
<;li.a era
·
sá-