NOVIEMBRE. DIA Vlll.
123
su corazon ,
quánta la ·
conformidad de su fe con la de
sus costumbres, hasta dónde llegó su devocion., su mor–
tificacion y perseverancia: siempre alerta contra los mas
mínimos ímpetus
del
uatural
y
de las pasiones: cada d'ia
mas hambrientos y mas sedientos de la justicia. El úni–
co objeto de toda su ambicion era la perfecdon evangé–
lica .,
y
su
modelo la vida de Jesu-Christo. Desterrados
voluntariamente de todos los pasatiempos , se prohib.1an
hasta las
mas
lícitas diversiones ., temiendo dar con
-ellas
alguna tregua
a
unos enemigos, con quienes todos los dias
tenian.
que combatir,
y a
quienes
era
preciso vencer: aus–
teros síempre basta en•las mas indispensables necesidades
de la
vida .,
continu~mente
se estaban acusando
a
sí mi s–
tn ' de que eran muy
.POCO
mortificados. Una morles tia
dulce,
y
una exterior apacible compostura er·a todo el
.adorno de aquellas doncellas ·, de .aquellas señoras chris–
tianas, que serán eterno , pero inút il asunto de envidia
a
los que no imitáron su vir,tud. Dexarse ver en los
ex–
pectáculo,s profanos! juzgarian
ql!le
se confundian-con los
gentile$, y que hacían una insigne injur-ia al nombre·chris–
tiano. Qué cuidadosas, Señor ! Qué reservadas en todG :lo
que podia alterar la caridad! Qué. delicadeza en todo lo
que podia vul{lerar la inocencia ! Solo tenian gust0 en los
trabajos , y no acertaban.
a
concebir cómo podia un Gbris -
tiano hallar en . otra cosa sus delicias. Ocupábalos todo
el tiempo el.. pensamiento de la eternidad.,
y
no pod.ian
comprehender que un curazon criado para Dios, , eapaz
de
amar
a
Dips , instruido en .el ·precepto. particular ·
y
en todas las obligaciones qne tiene
de
amar .
a
' Dios' ·Se
pudiese fixa r en .. objeto . a1guno criado, ·ni se
dexa~e · lle
bar
de
unos bienes apararentes que se pierden con
la
-vi–
da. El
pe~samiento
de
una
infeliz .eternidad para los .ré–
probos, y de .una eterna. bienavemuranza · para. los .pre–
destinados, estaba siempre presente
a
su
memoria.
De
aquí
nacia aquel di gusto, aquel tedio
que
les causaba .el
mundo ,
y
todas
·Sus
máximas : de
aquí
aquel- ódio im–
placable
a
su
propio cuerpo: de aquí aquellas asombro–
sas penitencias
y
aquel suspi rar .continuo por la soledad.
Esto fuéron los Santos.: admirámonos de lo que fuér0a·
pero
por
ventura debiéron hacer ménos para
ser~
lo
1
La maravilla fuera. . si hubiesen sido santos. ha·ciendo
lo