NOVIEMBRE. DIA VIII.
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Vor autem nollte deft;ere bene–
f aciéntu.
cio coman su pan. Pc::ro vósotros,
o
hermanos , no os
entibi~is
en el:
bien de obrar.
NOTA. ·.
<r
Escribió San Pablo la segunda epístola
li
los tesa–
,, Jonicenses desde Corinto poto despues de la primera,
"el año de
52
o
53 de Jesu-Christo. Eran lbs tesalo–
" nicenses naturalmente perezosos y holgazanes , por lo
,,que el apóstol reprehende
a
Jos que se estaban mano
,,sobre mano,
y
de camino censura
á
los bulliciosos,
a
los
,,
curiosos
y
enteramente mundanos.''
REFLEXIONES.
N
o
hay cosa mas opuesta
ft
la vida christiana , que
la vida holgazana de Ja gente ociosa ,
y
es la que
compone hoy la mas noble y mas numerosa parte del
mundo. Ciertamente, quando se piensa en un hecho que la
moda y la 1icencia han hecho el dia de hoy tan comun:
quando por una parte se nos representan los preceptos de
la ley , las máximas de Jesu-Christo,
y
por otra esas
personas mundanas,, que de todos los dias hacen días de
ñesta y de diversion : esas gentes ·criadas en la haragane–
rJa
y
envejecidas en la ociosidad : quando se considera esa
vida inútil, de que se honran tantos y tantas, haciendo
de ella mucha vanidad ; da gana de preguntar , si todos
los fieles , que están en una misma iglesia , son de una mis–
ma religion
?
o
si teniendo todos una misma ley , unos
mismos mandamientos y un mismo evangelio; la gente no–
ble , la rica , toda aquella que hace figura ,
y
que hace
algun papel en el mundo , si todos éstos tienen algun
privilegio particular que los dispense de la ley univer–
sal
y
de las obligáciones .indispensables
a
todos los' chris–
tíanos
~
Cosa extraña! Aquel mismo hombre que en una
fortuna mediana, que confundido con lo general del pue...
blo vivía christianamente
y
se juzgaba indispensablemente
obligado
a
todos los preceptos de la ley; ese mismo hom–
bre, despues que se vió con muchas conveniencias·: esa
· misma muger elevada ya
a
otra clase, creen que para
acreditar su recien nacida nobleza , han menester hacer
profesion de holgazaneria
y
de ociosidad.
Ó
·mi Dios!
1
.
.
y