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122

AÑO .CHRISTIANO•.

y

qué prueb'a tan clara es del corto número de los es- ·

cogidos

esa

vida ociosa., inútil

y

regalona de la

mayor

parte

de

la gente rica! Acordémonos de

que

es

indigno de

entrar

en

el reyno

de

los cielos el que hace lo que no debe;

pero

tampoco

es

mas digno de

entrar

.en él

aquel"

que

dexa·

de

hacer

lo

que está

obUgadó· segun su·

condicion: ·

decliinct

a

malo

'

&

faciat

bonu'm

(

I.

Petr.

3.·) No bas–

ta guardar

cuidadosamepte

el :

talento·

que

se·

recibió,

y

no p.erderle :

el1

siervo.

per·ezoso

·fué

condenado porque ·

no quiso. negooiar. con

él.

1L~

religion

christiana no

ha–

ce

caso

para

la

cuenta

'd~ · tüulos·

vacíos; ·estériles·

y

sin

fruto: al tribun.i1 del

s1

premo Juez

solamente

nos acom–

pañan nuestras obras• .-re·ndrán muchas que presentar en

él esas

gentes

.del

mundo ,

cuyos

dias

son tan

vacíos~

Y

S;!

·ha-Harán

entó.nces mas

ri c~ s

muchas personas

consa.:

gradas

a.

Dios ell'

el ·

est{ldo · eclt:siástico·

-y

religioso

de.s–

pues de

una~,

vida tan poco. ajustada

a

Ja 'au tei'idad'

'a

la

santidad

y

él

las obligaciones de su

·estado~

No

pocas

veces se introducen hasta en los clau tros la ociosidad

y

la haraganería , disfrazándose en trage grosero

y

peniten - ·

te.

Es

cier to

que

no

habitan

los desiertos aquellos que

visten con delicadeza ; ·pero no

lo

es ménds

que

el

espí

ritu de delicadeza se·

su~le

acercar lambien mas de · una

,vez

a

la soledad. Una persona

religiosa

inmortificada

y ·

ménqs

observante de

necesidad ·'ha

ser

poco devo–

ta. A la ociosidad acompaña ordinariamente la indevo–

cion ,

y

la

delicadeza,

es

el fruto

mas·natural

de

la o'cio-

sidad.

.

·

·

: "

,,

·..

..

El evangelio es ·del cap.

5.

de

San

Mateo

,y

el

Jnism~

q~

el

di'a

[.fol.

l2·

·

MEDITACION·

¡JEL

EX·EMPLO

D ·E LO$ SANTOS.

· P

UNTO PRIME R :O..

C

on

~ide.ra

que· los

Santos · no solamente son t>bjeto de

n

uestra

veneracion;

tambien

nos los

propone

la

igle–

sia

por

modelos que debemos

imitar '

y

por

exem

pla–

res ·que debem..

os

seguir~;

No

·ignoramos

quál ·

fué

la

·vida·

de

los Santos,

qtJáles

sus

máxim~s,

quánta la p \Jreza de

su