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ADVERTENCIA
/
/
SOBRE LA PROPHECIA
DE
ISAIAS.
Esta~i6
Dios
antigu:~ente
Sacetdotes
y
Levitas en su I glesia , para qne co–
ma Minis tros consagrados a
e!
atendiesen peculiarmente a todo
lo
que perten ecia a
su
culto ,
y
a Io ceremonial del ministerio sagrado. Ademas de estos envio xtraor–
dinarios Prophe tas
a
su. Pueblo , sin distincion de profesion, de calidad o de Tri- •
bu , dotando los de un sobrenatural conocimiento de s.us secretos , por media de re–
velaciones
y
div inas inspiraciones ; pero su mision no miraba al servicio ceremon ial
y
ordinario
~
ni a la condutl:a
y
gobierno comun de la I glesia ; sino a man t ner
la
reiigio~1
en toda su pureza por medio de
la
predicacion
y
de la palabra ; a cor–
regi r
y
desarraygar los vicios .
y
desordenes que de tiempo en ticmpo se ib:rn in–
troduciendo ; a hacer frente a todn poder homaoo que se opusiese al de Dios ;
y
Ultimame.nt~.
a conservar o restablecer las cosas ,
y
volverl as a poner
en
el mismo.
estado en que
~
Senor las habia iostituido desde el princi pio.
Los sumarios de sus cxhortaciones , que ellos mismos ponian por escrito , se
guardaban en
el
Templo juotamente coo los otros Libros sagrados ,
y
eran mira–
dos como. una Esc.ritura divina
y
aut6ntica , qae se lcfa al PueblQ ,
y
servia co–
mo de ·pauta
y
regla para
tad.aslas dispo.siciones Eclesiastica5. Asi mismo el zel<>
de estos varone' extraordinario_s miraba
a
que se conservase siempre viva la me–
moria de las promesas he 'ns par Dios acel,"ca del Messfas ; a que se man tu viese
en pie la
fe
y
la
e'peranza de las Hebreos
fiel~s
, que encaminaban a
~l
todas sus
·
~nsias
y
deseos ; a que las consol asen
y
fortificasen en sus ad versidades
y
contra–
tiempos , haciendales preseme su verdadera dicha y libertad por el Reyno esp iri–
tual del Messfas. Eran igualmente Ministros de
los
oraculos de Dias en machos ca–
sos
y
ocurrencias particulares , para revelar alguna secreta disposi cion
y
voluntad
suya; para resolver o dar cooseja .eo algun lance apretado
y
perplexo; o para in–
timar
la
ira de Dios
c
y
.•
l
amenazas contra los rebeldes yo.rnberbios ; con el
fill
de abatir so orgu llo ,
y
de que los otros volviesen sobre s!, se arrepintiesen de
sus pecados ,
y
se convirtiesen de veras al Senor.
E~
suma , eran como unos ins–
trumentos de
la
continua comunicacion de Dios con su I glesia ,
y
de su sobera-
1..
.
no gobierno sobre ella ; como un refuerzo del ministerio ordinario ;
y
como un re-
medio para los desordenes
y
males que sobreveni an.
(,,;n este trage compareci_eron en el mundo ya desde su principio Hen6ch , Noe,
Abraham, Isaac, J acob, Joseph', Moyses, Aaron , Marfa su herm ana, ,Debora,
Samuel ' David'
y
"en
SU
tiempo G ad
y
Nathan ' y despues de el Salomon
SU
hijo, Ado , Ahlas, Hanani, Azarfas, Jehu, Elias, Eliseo ,
y
Miqueas de J em–
Ja,
de los quales se hace mencion en los
Libros de los R e)'es.
Fuera de estos te–
nemos en el antiguo Testamento Ios escritos de otros diez
y
siete Propheta-s , I saias,
Jeremias, rn disdpulo Bar u h , Ezequiel, D.miel ;
y
los
que comnnmen tc son lla-