EL LIBRO DEL ECLESIASTICO.
10
Et
in omni gente pri–
matum habui:
I 1
Et omnium excellentium
et humilium corda virtute cal–
cavi
:
et in his omnibus requiem
quaesivi , et in hereditate Do–
mini morabor.
12
Tune praece
~·
, et dixit
mihi O:eator omnium : et qui
creavit me , requievit in Taber-
n~culo
meo ,
.
13 Et
dixit mihi : In Jacob
inhabita , et in Israel heredita–
re , et in eleCtis meis mitte ra–
dices.
I4
Ab
0
initio , et ante sae–
cula creata sum , et usque ad
futu.rum saeculum non desin
m,
et
in
habitatione sanCta coram
ipso ministravi.
15
Et
sic
in
Sion firmata
•
El sopremo dominio, o la posesion,
como en e l Griego
EitT11 0" a/.(.~V
,
quie~
r e decir : Todo me es t i sojeto ; no h ay
ninguno por grande
y
peqoofio que sea
que no este i;ometido _a mi
imperio y
vqluntad.
2
E ntre los Pueblos
y
N aciones
bas·
q ne uno en q uie n fixarel lugar de mi repo–
so,
y
que lo foese peculiarmente mio,
y
que se dedicase a honrarme
y
a servirme.
3
En un Pueblo fie! , que· sea la he–
redad , posesion
e
Iglesia del Sefior,
es donde yo deseo focar
mi
morada .
4
E ntonces
mand6
el Padre a la Sabi–
durfa , al V erbo; pues el
mandato de!
P adre no es otro que el
Verbo del
ad re.
S.
AGUSTIN
de Trin it. Lib.
I.
Cap. xrr.
Me cri6:
me engendro; y lo mismo en
el v.
14.
como en otros machos lugares
de la Escri tura. Lo qne es contra los Ar–
rianos , que abusaban de lo que aqu! se
dice , para afi rmar que el Hijo de Dios
que es la Sabidurfa del Padre , habia sido·
hecho
y
criado.
.
6
El Griego
1f.GlTE7ravcri;;
-r~v
cnui1-
•
Pro11erb.
vzu.
22.
10
Y en toda gente tuve la
primada
1
:
11
Y
sujete a
mi
poder los
corazones de los grandes
y
de
los pequefios : y en todos es tos
z
bu
sque reposo ,
y
en la heredad
del Senor morare
3.
12
~ntonces
mando ,
y
me
dixo el Criador de todas las co–
cas:
y
el que me crio
4,
repos6
en
m i
Tabernaculo
s- ,
13
Y
d ixome: Mora en
Ja–
cob
6
,
y
ten tu herencia en Is–
rael , y entre mis escogidos echa
raices.
14
Desde el principio
1,
y
antes de los siglos f ui criada'
y
no fal tare yo par todo el $iglo ·
venidero ,
y
ministre delante de
el
en
SU
Santa morada.
Is
Y as.l afirmada soy en
u~v
fA.oV,
fii 6
mi T abernaculo ,
a sien–
to e
stableci6
,
hizo reposar mi T aber–
ntfculo
o t ienda. Y a este se reduce el
sentido de la Vul ga ta.
6
En el Pueblo de J acob . Este Pueblo
ha de ser
tu
posesion
y
heredad :. este tu
Pueb lo escogido:
y
en e te has de fixar tu
asiento , para llenarle de gracias
y
de ben–
.dicion es ..Todo esto en esp!ritu propheti- ·
co per tenece a la I glesia de J esu Christo.
7
Desde toda eternid ad fo l engen–
drada ,
y
por tod a Ja eternid ad no d exa–
re de ser : Yo pues qae soy eterna, co–
mence en tiempo a morar en la casa
y
familia d e J acob, como en un T aberna–
culo peculiar
y
consagrado a D ios , en
donde por m inisterio de mis Sacerdotes
y
Levitas
le
he ofrecido perpetuos sa–
crificios ,
y
le
he servido en qu anto per–
tenece a su culto .
.Y
asf mi asie nto fixo
esti en Si6n ,
y
mi throno en
l~
Ciudad
santa de Jerasalem , en donde cloy mis
oraculos '
y
hago alarde de mi poder
y
m ages t ad . Todo lo qual conviene a la
Religion, que es p arte de la sabiJurfa.