EL
LiBRO DE LA SABIDURIA.
CAPITU L O X VIII.
Una columna de fuego a/umbra a los H ebreos. Los Egypcios quedan pri–
vados de sus primogenitos. d ard.n int ercede
par
el Pueblo.
I
Sanetis
a
aute(il tuis ma–
xima etat lux , et horum qui–
dem vocem audiebant , sed
fi–
guram non videbant. Et quia
non et
i
psi eadem passi erant,
magnificabant t e :
2
Et qui ante laesi erant,
quia non laedebantur , gratias
agebant : et ut esset differentia
donum petebant.
3
Propt er
/J
quod ignis
ar–
dentem columnam ducem ha–
buerunt ignotae viae , et Solem
sine laesura boni hospitii
prae–
sti tist i.
_ 4
Di~ni
quidem
illii
carere
l~ce
, et pati carcerem tenebra–
rum , qui inclusos custodiebant
filios tuos , per quos incipiebat
incor ruptum L egis lumen saecu–
lo dari.
I
M as t us Santos tenian
una luz muy grande, y ofan la
VOZ
de eStOS
1
,
mas no vefan
SU
fi–
gura.
Y
por quanta ellos no ha–
bi~n
padecido las mismas cosas,
te engrandecian :
·
2
y
los que antes habian
si–
do maltratados
1
te daban gracias, .
porque ya no lo eran
2
:
y
t e
ped ian
el favorque hubiesetal diferencia3.
3 ·
Por lo qual tuvieron por
guia de un camino que no sabfa n
4
una colurnna ardiente de f uego,
y
dlsteles un Sol que no les ofen–
diese en su buena peregrinacion.
4
Los otros
s
bien merecian
el carecer de luz
~
y
padecer una
eel.reel de tinieblas , pues tenian
encerrados a tus hijos , por lo·s
quales se empe7.aba a dar al
mun–
do la luz pura de
tu
Ley
6 •
~~
J[
Tu Pueblo , q \le hab ia o ido la voz
y
los damores de estos , -de los E gyp–
cios ; pero sin verlos , ·porque estaban
cabiertos de tinieblas.
~
Los Hebreos que
h~ian
s ido
mal–
tratados por los Egypcios.
3
De que continuases trad.ndolos con
esta diferencia. En el Griego
est~os
verslculos se refieren a los
Egypc~
y
el sentido parece ser el siguiente :
Toi:s
~€
oct_ois
(J'OtJ
µsylfJ'TOV
~v
¢ws·
WV
¢w–
v1-,v
µ€v
a x.ovovns
,
f-<.op¢1-iv
0£
ovx,
c;,pwvns ,
oT&
µ£v
ovv
'lt~lteivo 1
E7t"E–
?rov8e1fJ'av ,
Eµ.aM.ap1~ov
•.
o-r1
0€
ou
{3 A.i–
,.--roufJ'1 ?rpo'l10 l'lt'11f.<.EvOI ,
'1-1VX,ap1crnvv
,
x.al-ro
Jievex,Siivai
xap1v
EOEoV't"O .
Mas tus
Santos tenian una luz rnuy grande,
cuya voz oiyendo
Ios Egypcios ,
mas·
no vietzdo su figura
, porque se lo im–
ped ian las t inieblas ,
los tenian p or di- .
chosos
,
por quanta no p c6d eci m corno
ellos.
Y
de que nrfl tes hacian d aiio
!ta–
biendolos antes injuriado
'
!es d aban las
gracias
,
y ped{anles p erdon de /zaberles
sido enemigos.
4
E l Griego
ave·
WV'
en vez de las
qua/es cosas
: en vez de las tini eblas
les di ste un a colµmn a inflamada en foe–
go q ne los guiase por nn camino . desco–
noc ido;
y
e l So l q ne sin -0fen&edos Los
alombrase e n su gloriosa pereg rin aci oo.
s
L os Egypcios .
6
Porque
ya
teni an hecha ali anza con
Dios de ser so Pueblo , de observar el
Sa-
-
a Exod. x.
23.
b
Exod.
xiv.
.
:z4.
P~!m .
LXXV II.
x4.
et c iv. 39.