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f

1

34

EL LIBRO DE LA SABIDURIA.

animalium et serpentium -sibi–

latione commoti , tremebundi

peribant : et aerem quern nulla

ratione quis effogere posset , ne–

gantes se vide re.

10

Cum sit enirn tirnida ne–

quitia , dat testimonium con–

dern.nationis:

se~per

<Jnim prae–

sum1t sa-eva , perturlJata con-·

scientia.

11

Nihil enim est timor ni–

si proditio cogitationis auxilio–

rum.

12

Et dum ab int us minor

est expeCtatio , maiorem com–

putat inscientiam eius causae

de qua tormentum praestat.

13

Illi autem qui impoten–

tem -vere noCtem, et ab infimis

et ab altissimis inferis superve–

nientern , eumdern somnum dor·

mientes,

14

Aliguando monstrorum

exagitaban\ur timore , aliquan–

do ahimae deficiebant tr_aduCtio–

ne : subitaneus enim illis et in–

speratus tirnor supervenerat.

15

Deinde si quisquam ex

illis decidisset , custodieba-

con solo p asar por cerca de ellos un ani–

mal , o con oir el silbo de alguna serpiente.

1

Estaban con los ojos '\rrrados , por

no ver aque.Jlas figuras horrendas. Otros:

no podian respirar el ayre comun.

2

El temor es

el

que declara la mal–

dad,

y

Ia conciencia es el Juez q

la

condena. ·Mientras dura Ia maldad , per–

manece_ el temor ,

y

as! nuoca falta un

testimon io

y

uoa sen teocia que condena

al malvado. EI temor da el testimonio : la

conciencia la senteocia.

3

Sino la turbacion de l alma que se

cree destituid a de todo socorro .

4

Y quanto mas destituida se halla de

este socorro , tanto mas oculta cree que

es la causa de los tormentos que padece:

ciendose con el pasar

de

Ios ani–

males y con los silbos de las ser–

pientes, perecian llenos de susto:

y

rehusando

1

ver el ayre que na–

die puede evitar de ningun modo.

10

Porque siendo medrosa

fa

maldad , por su propio testimo–

nio se condena

2

:

porque una con–

ciencia perturbada siempre se fi–

gura

cos ~s

que atormentan.

11 ..

Pues no es otra cosa el te–

mor, sino el pensar que uno es–

ta abandonado de todo socorro

3.

I

z

Y al paso que ·de dentro

menos se espera

4 . ,

cuenta por

mayor aquella causa desconoci–

da que le da el tor.mento.

13

Aquellos pues que en una

noche verdaderamente intolera–

ble

s

,

y

venida de lo mas infe–

rior y profundo de las infiernos,

dormian un rnisrno sueiio,

14

U nas veces eran acosados

de monstruosas visiones ,

ot~as

desfallecian

SUS

animas de abati–

miento: porque los sobresaltaba

un repentinoy no esperado terror..

15

Demas de es to si alguno

de ellos llegaba a caer

6 ,

quedaba

y

esto mismo llena al alma de amargu–

ra ; por quanto es alguna parte de alivio

y

de consuelo saber

1

or1gen del mal.

5

I lli autem qui

,

per

,

impotentetn

vere no

ft

em.

...

eumdem somnuin dor–

rnientes erant

,

dormiebant .

Mas estos,

que en una noche in tolerable , pues los

tenia sin accion. ni movimiento ,

y

de· ti–

niebl as tan espesas

y

palpables , que so–

lamente pod ian comp ari rsel es las de! in–

fie rno , es taban sepultados en un

~mismo

suefio , llenos de temores

y

sobresaltos;

unas veces..... Me parece que este es el

modo mas propio para poder explicar es–

te lugar tan obscure.

' AIH se quedaba sin accion

t

porque

no podia ni osaba moverse de temor.