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EL LIBRO DE LA SABIDURIA.
animalium et serpentium -sibi–
latione commoti , tremebundi
peribant : et aerem quern nulla
ratione quis effogere posset , ne–
gantes se vide re.
10
Cum sit enirn tirnida ne–
quitia , dat testimonium con–
dern.nationis:
se~per
<Jnim prae–
sum1t sa-eva , perturlJata con-·
scientia.
11
Nihil enim est timor ni–
si proditio cogitationis auxilio–
rum.
12
Et dum ab int us minor
est expeCtatio , maiorem com–
putat inscientiam eius causae
de qua tormentum praestat.
13
Illi autem qui impoten–
tem -vere noCtem, et ab infimis
et ab altissimis inferis superve–
nientern , eumdern somnum dor·
mientes,
14
Aliguando monstrorum
exagitaban\ur timore , aliquan–
do ahimae deficiebant tr_aduCtio–
ne : subitaneus enim illis et in–
speratus tirnor supervenerat.
15
Deinde si quisquam ex
illis decidisset , custodieba-
con solo p asar por cerca de ellos un ani–
mal , o con oir el silbo de alguna serpiente.
1
Estaban con los ojos '\rrrados , por
no ver aque.Jlas figuras horrendas. Otros:
no podian respirar el ayre comun.
2
El temor es
el
que declara la mal–
dad,
y
Ia conciencia es el Juez q
la
condena. ·Mientras dura Ia maldad , per–
manece_ el temor ,
y
as! nuoca falta un
testimon io
y
uoa sen teocia que condena
al malvado. EI temor da el testimonio : la
conciencia la senteocia.
3
Sino la turbacion de l alma que se
cree destituid a de todo socorro .
4
Y quanto mas destituida se halla de
este socorro , tanto mas oculta cree que
es la causa de los tormentos que padece:
ciendose con el pasar
de
Ios ani–
males y con los silbos de las ser–
pientes, perecian llenos de susto:
y
rehusando
1
ver el ayre que na–
die puede evitar de ningun modo.
10
Porque siendo medrosa
fa
maldad , por su propio testimo–
nio se condena
2
:
porque una con–
ciencia perturbada siempre se fi–
gura
cos ~s
que atormentan.
11 ..
Pues no es otra cosa el te–
mor, sino el pensar que uno es–
ta abandonado de todo socorro
3.
I
z
Y al paso que ·de dentro
menos se espera
4 . ,
cuenta por
mayor aquella causa desconoci–
da que le da el tor.mento.
13
Aquellos pues que en una
noche verdaderamente intolera–
ble
s
,
y
venida de lo mas infe–
rior y profundo de las infiernos,
dormian un rnisrno sueiio,
14
U nas veces eran acosados
de monstruosas visiones ,
ot~as
desfallecian
SUS
animas de abati–
miento: porque los sobresaltaba
un repentinoy no esperado terror..
15
Demas de es to si alguno
de ellos llegaba a caer
6 ,
quedaba
y
esto mismo llena al alma de amargu–
ra ; por quanto es alguna parte de alivio
y
de consuelo saber
1
or1gen del mal.
5
I lli autem qui
,
per
,
impotentetn
vere no
ft
em.
...
eumdem somnuin dor–
rnientes erant
,
dormiebant .
Mas estos,
que en una noche in tolerable , pues los
tenia sin accion. ni movimiento ,
y
de· ti–
niebl as tan espesas
y
palpables , que so–
lamente pod ian comp ari rsel es las de! in–
fie rno , es taban sepultados en un
~mismo
suefio , llenos de temores
y
sobresaltos;
unas veces..... Me parece que este es el
modo mas propio para poder explicar es–
te lugar tan obscure.
' AIH se quedaba sin accion
t
porque
no podia ni osaba moverse de temor.