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196
EL LIBRO DEL ECLESIASTICO.
26
Ne dicas : Sufficiens mi–
hi sum ;
i
et quid ex hoc pes–
simabor?
27
In
a
die bonoru
m
n;e
i~rnemor sis rnalorum : et 1n die
malorum ne immemor
s.isbono-
rum:
28
Quoniam fac·
est co-
ram Tuo
in die obitus retri–
buere unicuique secundum vias
suas.
29
Malitia horae oblivionem
facit luxuriae magnae , et in
fi–
ne hominis denudatio operum
illius.
30
Ante mortem ne laudes
hominem quemquam , quoniam
in
filiis suis agnoscitur vir
31
Non
omnem
horninem
inducas in domum tuam : mul–
tae enirn sunt insidiae dolosi.
32
Sicut enim eruCtant prae–
cordia
foetentium ,
et
sicut
perdix
'inducitur
in
caveam,
et ut caprea in laqueum : sic
et cor
superborum ,
et
sicut
tentamiento he tenido yo hasta ahora en
·este mundo , y de hoy mas que bien
po–
dre esperar?
'
Estas son voces de hombres sober–
bios: De nad ie necesiro , pues tengo Io
que me sobra , y sin t
or alguno de
mal que me pueda sobrevenir.
:i
Este es el remedio que aplica a es–
tas dos suertes de personas.
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,
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/.(.V'YjO"e~crETa&
ayaewv,
en
eJ.
dia delos bienes olvido de los
male's
,
y
en el dia de los bienes no
se acordara de los males
;
dando la
razon de lo dicho.
3
Lo qua! ban de tener todos mochas
veces presente : los unos para no desma–
Y
ar ;
y
los otros para no ensoberbecerse.
a
Infra
XVIII.
2).
26
No digas: Bastome yo
pa–
ra mi mismo
.1;
i
y
que mal pue–
do temer para en adelante?
27
En el dia de los bienes
z
no
te
ol vides de. los males :
y
en el dia de los males no te
olvides de los bienes:
28
Porque facif cos.a es delan–
te de Dios en el dia de la muerte
galardonar
a
cada uno segun sus
caminos
3 •
29
La pena de una hora
4
ha–
ce olvidar los mayores placeres,
y
en la fin del hombre se des–
cubriran sus obras.
30
No
alab.esa
hombre algu–
no antes de
SU
muerte , porque el
hombre es conocido porsus hijoss.
31
No metas en
tu
casa a to–
da suerte de hombres : porque el
doloso tiene muchos lazos.
32
Porque como
Lrn
est6mago
gastado respira aliento (etido , y
corno la perdiz cae en el orzuelo
6 ,
y
como la corza en
el
lazo : asi'.
tambien
el
corazon de los sober-
4
Esto se verifica principalmente en
la
hora terrible de la muerte.
s
En que estado quedan,
o
los dexa_:
y
por aqui se conoceri quien
foe
el padre.
6
El Griego
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Ev
i1.ctp–
rraA.A.r.1r,
perdiz cazadora en orzuelo,que
se pone en una jaula para que en la caza
sirva de reclamo ,
y
llame
a
las otras,
y
que incautamente caigan en el lazo que se
les tiene armado:
ov-rw5
1tapo{a
\nrsp11¢a-
11ou,
1tal
w5
o
1t.a-ricrno7ros bn{3A.f.7rlil
?t"'rW–
ow
,
as{
el
corazon def soberbio
,
y
co–
mo el atalctya acecha la caida.
:Los so–
berbios disimul ados fingen
am~tad
,
Y
aparentan el compadecerse de tus desas–
tres ,
y
entre tanto est:in viendo como
desde un lugar alto
tu
desgracia, para 11a–
cer burla. de
ti ,
holgfodose
con ella.