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C A P I T .U L 0 XI I.

199

illius , amicus agnitus est.

IO

Non credas inimico tuo in

aeternurn : sicut enim aeramen–

tum aeruginat nequitia illius:

1 I

Et si humiliatus vadat

curvus , adiice animum

tuum,

et

custodi te ab illo.

I 2

Non statuas illum penes

te , nee sedeat ad dexteram tuam,

ne

forte

conversus

in

locum

tuum, inquirat cathedram tuam:

et in novissimo agnoscas verba

mea , et in serrnonibus meis sti–

muleris.

13

i

Quis miserebitur incan–

tatori a serpente percusso ,

et

omnibus qui appropiant bestiis?

et sic 'qui comitatur cum viro

i niquo, et obvolutus est in pec–

catis eius.

14

Una hora tecum perma–

nebit : si autem declinaveris,

non supportabit.

-

15

In

a

labiis suis

indul–

cat initnicus :

et

in

corde

suo

1

En su desgracia se conoce el ami–

go , porqu

e no le

abandona , El Griego

Kal

tv

-ro'is

KaM.Oi'

s

azinii

Kal

o

¢t.Aos

o•a–

xwp1<r8~ cre-ra1

,

y

en sus males aun el

amigo se separara.

~

Lo que aqui se dice no es contra- .

rio a'lo que nos

manda~ l

Evangelia , que

perdonemos a nuestros enemi gos , pues–

to que el Sabio en otros machos lugares

establ ece esta misma verdad ; sino que

no nos fi emos facilmente de aquel que

sabemos que encubre

y

disimula su odio,

para podernos engafiar

y

sorprehender

mas a su salvo ;

y

de este n'os dice que

nos guar3 emos ,

y

qoe estemos siempre

ojo sobre

el '

para que no nos sorprehen–

da. Es como el cobre que se carga de

orin. Un vaso de metal aunque este Ji so

y

pulido, facilmente se tomade orin: del

mismo m9do el ·enemigo, aunque parez.,

a

I ere'm.

XLI.

6.

en su s males

1

,el amigo es conocido.

10

N

unca jamas creas a tu

enemigo

2

:

porque su malicia

enmohece como el cobre :

1 I

Y

si

~l

se

inclina

y

se

encorva

3

,

esta alerta ,

y

guar–

date de

el

4.

12

No

·..1:

pongas cerca de

ti

.

.

'

n1 se s1ente a tu derecha , no

sea que

poJlien~o

la mira en

tu

lugar , procure

tu

cathedra':

y

a

la

postre conozcas mis pa–

labras

s

,

y

seas punzado de mis

razones

6 •

·

I

3

i

Qu i

en

se doled. del en–

can tador herido de la serpiente,

y

de todos los que se acercan a

las fieras

?

pues asi es del

q

ue se a–

corn pa ii.a con hombre perverso,

y

queda envuelto en sus pecados

1.

14

Una hora estara conti–

go

8

:

mas si declinares , no

du-

'

ra ra.

15

El

enemigo tiene

la

miel

en

sus labios : mas en su corazon

ca que te es amigo ,

y

esta reconciliado

contigo , vuelve luego a sos odios

y

an–

tiguas mafias.

3

Y si te se mostrare homilde , man–

so

y

rendido.

4

El Griego afiade aqu1 :

Y seras con

~l

como quien limpi6 un ospejo

,

y

cono–

ceras que las manchas no estan de! toc(o

limp fo s.

Lo qua! se verifica en un espeJO

de metal en llegandose a tomar.

s

"<lad de mis palabras.

6

oliendote de no haber dado cre-

dito a mis razones.

7

Tampoco habra quien se duel· del

mal que le venga al que se acompafia

con malos ; porque

el

mismo se ha bus–

cado su propio dafio.

s Algun tiempo.

Si declinares

de tu

primera felicidad ; si

te vrere un l?oco

caido , o se rezelare de tu desgrac1a.