CAPITULO
XXIII.
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de las puertas en la entrada de la
casa de J osué Príncipe de la Ciu–
dad ' , que estaba a la siniestra
de la puerta de la Ciudad.
aras portarum in introitu ostii
losue Principis Civitatis , quod
erat ad sinistram p.ortae Civi–
tatis.
9 Verumtamen non ascen–
debant Sacerdotes excelsorum ad
Altare Domini
in
Ierusalem;
sed tantum comedebant azyma
in medio fratrum suorum.
10
Contaminavit quogue To–
pheth , quod est in convalle fi–
lli Ennom : ut nemo consecra–
ret filium suum aut filiam per
ignem Moloch.
n
Abstullt quoque
equos
quo~
dederant Reges luda So–
lí in
introitu Templi Domini
iuxta
exedram Nathanmelech
eunuchi , qui erat in Pharurim:
currus autem Solis combussit
jgni.
12
Altaria q oq e
,
q11a~
erant
super
te&a
coenaculi
Achaz , quae :(ecerant Reges lu–
da, et Altaria quae fecera
a–
riasses in duobus/ atriis Templi
"'
"'
. Primer Magistrado o Gobernador
de la Ciudad.
•
Estos no deben confundirse con
los otros oie que se ha hablado ántes;
porque eran descendientes de
Aa~ón.
El
contagio del mal exemplo o el ngor de
la persecucion los babia envuelto. en la
corrupcion general. Permanecteron en
el
Q
órden del Sacerdocio , mas quedaron pri–
vados de exercer todo ministerio Sacer–
dora't ;
y
para que pudiesen
su~sisrir
se
les permitía comer de los panes sm leva–
d ura o de la proposicion ,
y
de otras
suertes de ofrendas que se hacían en el
T emplo. En la Iglesi•
prim~iiva q~ondo
alguo Ministro de J es
u
Chnsto cata en
apostasía , dur•nte la persecucion. , que.–
daba despues reducido a la comumoo !at–
ea! por roda su vid•.
s E sta palabra significa
tambor
;
y
Tom.ill.
9 Mas los Sacerdotes
2
de los
altos no subian al Altar del Se–
ñor en Jerusalem ; sino que sola–
mente comían los ázymos entre
sus hermanos.
10
Profanó así mismo a To–
phéth a, que está. en el valle del
hijo de Enóm ; p:va que ningu–
no consagrara su hijo o hija por
el fuego a Molóch.
11
Quitó tambien los caballos
que los Reyes de Judá habían de–
dicado al Sol+ en la entrada del
Templo del Señor junto a la habi–
tacion de N athanmeléch eunuco,
que estaba en Pharurím s: y entre–
gó aJ fuego los carros del Sol. .
1~
Así mismo destruyó el Rey
los altares que estaban sobre el te–
oho
6
de a cámara de Acáz, que
habían hecho los Reyes de J udá,
y
losAltares que habla hecho Ma-
este lugar se llamaba así , porque los sa–
cerdotes del ídolo de Molóch tocaban tam–
bores miéntras se hacían pasar los hijos
por el fuego , para que los padres no se
enterneciesen oyendo Jos gritos de sus hi–
jos. Sobre el valle de
En~
véase J osua
XV.
8.
MATTH.
v.
2 2.
4
Los Reyes impios que habian pues–
to en
el
Templo esrátuas del Sol y de
Jos astros , les habían tambien consagrado
caballos y carros , jmirando la costumbre
de los Persas y dcmas Pueblos del orien–
te , que veneraban al Sol , y le consagra–
ban los caballos.
s
Se cree ser nombre de lln lugar ve–
cino al Templo. Otros trasladan
m
los
arrabales
o exidos.
6
Semejantes altares
dedicados~
los as–
tros y planetas, estaban en los terrados do
la5
casas.
l EREM. x1x.
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SoPHON. I.
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