CAPfTULO
XVII.
qua'e fecerant Snmaritae, gens et
gens in Urbibus suis
in quibus
hab itabat.
·
30 Viri enim Babylonii fe–
cerunt Sochothbenoth : viri au–
tem Chutaei fecerunt Nergel: et
viri de Emath fecerunt Asima:
31
Porro Hevaei
fecerunt
Nebahaz et Tharthac. Hi autem
qui erant de Sepharvaim com–
burebant filios suos igni , Adra–
meleéh et Anameleeh diis Se–
pharvaim,
32 Et nihilominus cplebant
Dominum. Fecerunt autem sibi
de novissimis sacerdotes excel–
sorum , et ponebant eos in fanis
sublimlbus.
33 Bt cum Domimim cole–
rent, diis quoque suis serviebant
iuxta consuetudinem gentium,
de quibus translati fuerant Sa–
mariam:
34 Usque in praesentem diem
morem sequuñtur a
ntiquum: non
timent Dominum ,
neq.uecusto–
diunt Gaeremonias
e¡usa,
waicia
ct
legem , et mandatum quod
*
Sigbifit:a:
Tiendas de dol/cellas.
Es–
tos son Jos nombres de Jos ídolos que a–
doraron los nuevos Samaritanos , guar–
_dando el rlto
y
cererhonlas que acostum–
brabañ en
su
tierra. Son
rimy
varias las
interpretaciones que se dan a estos nbm- ..
bres, que pueden verse en
ARIAS
MoN–
TANO. Por
NergU
se
enti~nde
el fuego
perpétuo ·que adoraban los Persas ;
y
por
A.rima
un
sátjro
o un
i:abrito.
•
Nebaház
signi~ca
un
perro
,
y
Tharthác
un
amo: Adrameléclí
el
pavo,
y
Anameléch
el
'R ey bmigno
,
título que se
daba
á
la Luna.
·
3
Creyendo sin duda que podían ado–
rar modios dioses a un mismo tiempo;
a
Infra
4I.
Tom. III.
bian hecho los Samaritanos , ca–
da Nacion en sus Ciudades en
donde habitaba.
30 Porque los Babylonios hi–
cieron a Socothbenóth
1
:
y
los
Guthéos hicieron a Nergél : y los
de Emáth hicieron a Asima:
31 Y los Hevéos hicieron a
Nebaház
2
y
a Tharthác. Mas los
que eran de Sepharvaím quema–
ban sus hjjos en el fuego en ho–
nor de
Adramelé~h
y
Aname–
léch dioses de
Sep'~arvaím,
32 Y con todo esto daban
culto al Señor
3 •
Y de los mas
viles se crearon sacerdotes de
los altos ,
y ·
los ponían en
los
templos de los altos.
33 Y aunque daban culto al
Señor , servían tambien a sus
dio~
se segun el rito de las Naciones;
de las que habían sido traslada–
dos a Samaria :
34 Hasta el dia de hoy siguen
]a antigua costumbre : no temen
al Señor •, ni guardan sus ceremo–
nias , hi ritos ni leyes ,
o~ man~
damientos que ordenó el Señor.a
y
que el Señór Dios de Ísraél era como ttll
dios territorial.
, 4
Algunos , c,reen que se habla aquí
de lasmismas Colonias
As~rias
que habjan
sido tr'.lsladadas a Sani aria , porque de–
biendo. obsetvar la
I.ey, ptir quanto ha–
bían sido hechos P
rosé lytos; esto no obs–
tante conservaban todavía sus antiguos
usos idolátricos. Otros Jo entienden de
los I sraelitas que estaban cautivos en la
Assytia , como si dixera : Ni aun ahora
mismo , despues de haber sido tantas
ve~
ces•
y
tan severamente casrigttdos, y que
están padeciendo una esclavitud tan dura•
no temeh al Señór , ni dan la menor se–
ñalde abandonar el error,
y
volverse a
él.
Xxx2.